Encontrar el viento es respirar

Este sábado la Fundación Cerezales Antonino y Cinia impulsará una nueva edición de Secuencias , su ciclo de intervenciones sonoras en espacios. En esta novena ocasión activará las ruinas del Castillo de San Salvador en Santa Colomba de Curueño a través de la intervención de dos músicos: la artista sonora Raquel G. Ibáñez y el músico leonés Nacho Martínez. La experiencia toma el viento como materia de investigación y sonoridad. Según el comisario y la artista sonora: «Salir a buscar al viento no es una tarea fácil. Emerge donde quiere y cuando quiere: no entiende de esperas ni de lugares. En un ejercicio de invocación, ascendemos a un monte en el valle del Curueño para concertar un encuentro. Vamos a la escucha, desplegando diversas tecnologías para establecer un diálogo: órganos, flautas, voces. Una conversación con un interlocutor que fluye entre tubos y cuerdas», dice.

Este encuentro, abierto a todas las personas, es el punto final de una investigación de año y medio. Inició este proceso la artista sonora Raquel G. Ibáñez y, posteriormente se ha incorporado el músico leonés Ignacio Martínez. Así, el trabajo de Raquel G. Ibáñez abordará su propuesta con diferentes dispositivos electrónicos que interactúan con el aire en movimiento mientras que Ignacio Martínez lo hará a través de una serie de instrumentos de viento emparentados a distintos niveles con el territorio. La experiencia, que incluye un ascenso hasta el espacio de intervención, es una propuesta radical donde tiempo, respiración y colectividad se encuentran: «Encontrar el viento no es más que respirar juntos. Compartir aliento con la chifla, el pájaro, la piedra y el aire». La actividad es gratuita y requiere de invitación. Todas aquellas personas con dificultades de movilidad podrán acceder a una invitación específica que les permitirá acceder con facilidad al lugar del encuentro. Toda la información y el acceso a las invitaciones se encuentra en fcayc.org.

Raquel G. Ibáñez (Madrid, 1989) es licenciada en Bellas Artes por la UCM. Artista y curadora, su línea de trabajo está vinculada al estudio de los umbrales –genealogías, simbologías y ficciones que se desgajan de las dichas vivencias limítrofes– así como el sonido desde la hipertextualidad y la confrontación entre experiencias acusmáticas e imagen visual.

Ignacio Martínez (León, 1982) empieza desde joven a interesarse por la música en general y el folk y la música tradicional en particular. A los 13 años recibe clases de dulzaina y gaita en la Escuela Municipal de Música del Ayuntamiento de León durante 2 años.