El misterio del ‘Manuscrito de Astorga’
Tras el legado de los Franco. El dictador se llevó en 1974 el Manuscrito de Astorga, un tratado de pesca que cumple 400 años. Esta joya bibliográfica está ‘desaparecida’, aunque los Franco han comenzado a vender su herencia.
Lleva 60 en paradero desconocido. Franco se lo llevó de León como ‘un regalo’. El Manuscrito de Astorga sigue sin aparecer cuando se cumplen 400 años desde que el sacerdote Juan de Vergara escribió este tratado excepcional sobre pesca. Historiadores como Alejandro Valderas llevan años tras su pista. El responsable del Archivo de la Universidad de León tenía todas sus esperanzas puestas en los fondos del Pazo de Meirás. Ha insistido por escrito a las entidades que desde hace tres años se ocupan del inventario de los fondos históricos del citado pazo por si lo localizan, pero no ha obtenido respuesta. Otra hipótesis, según Valderas, es que el manuscrito estuviera en la biblioteca de la residencia de Carmen Franco Polo, hija del dictador, ubicada en el número 8 de la madrileña calle de Hermanos Bécquer, en el corazón del barrio de Salamanca, inmueble vendido recientemente en 70 millones de euros, según algunos medios. Se trata de un edificio de siete pisos que ha sido repartido, a partes iguales, entre sus nietos —Carmen, Mariola, Francisco, Merry, Cristóbal, Arancha y Jaime—. Casi al mismo tiempo, casas de subastas de varios países, especialmente Canadá, han recibido lotes de objetos del dictador, desde un lujoso automóvil a una pistola con mango de marfil, medallas, vajillas, documentos... También está en venta la mansión conocida como ‘La Casina’ de la Piniella, un palacete del siglo XVII ubicado en San Cucao, en el concejo asturiano de Llanera, donde, según la inmobiliaria, pasaron su noche de bodas el dictador y su mujer, Carmen Polo.
Valderas está atento a los nuevos lotes que los Franco están depositando en las casas de subastas por si apareciera el manuscrito leonés. Según han informado algunos medios, Carmen Martínez-Bordiú «es la que más prisa parece tener por deshacerse de parte del legado familiar» y ha decidido liquidar su herencia con anticuarios de Lisboa, Madrid, París y Sevilla. Otra hipótesis es que el manuscrito fuera vendido hace tiempo a algún coleccionista, sin descartar que fuera uno de los ejemplares que pereció en el incendio que asoló el pazo de Meirás en 1978. Corrieron rumores de que fue subastado en Londres, pero no hay ninguna prueba. Hace siete años la Diputación, en cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica, retiró las distinciones concedidas a Franco. Fue entonces cuando se puso en contacto con la Fundación Franco para conocer el paradero del manuscrito. Solo contestaron que ellos no lo tenían entre sus fondos.
El 11 de julio de 1964 Franco llega a León para clausurar el Congreso Eucarístico, una visita en la que exige beber del cáliz de Doña Urraca y de la que se lleva un ‘regalo’ de valor incalculable, el Manuscrito de Astorga. El entonces presidente de la Diputación, Antonio del Valle, entrega esta joya bibliográfica al dictador pocos meses después de que la institución se lo comprara en Madrid a la sobrina y única heredera del filántropo leonés Julio del Campo, Victorina González del Campo, por 75.000 pesetas.
Homenaje a los investigadores
El 1 y 2 de junio, la asociación AEMS Ríos con Vida ha organizado un programa de actos para conmemorar «un hito importante en la historia de la pesca a mosca en España: el 400 aniversario del Manuscrito de Astorga», explica en un comunicado. Los actos, que tendrán lugar en Vegas del Condado y La Vecilla de Curueño, incluyen una exposición de varales y moscas de la pesca a la leonesa, una visita al Museo del Gallo de Pesca del Curueño y un homenaje a los investigadores del Manuscrito de Astorga.
Otras hipótesis
Franco, un apasionado de la pesca, se llevó consigo uno de los tratados más antiguos de Europa sobre el arte de imitar moscas, con plumas de gallo, para la pesca de truchas, encuadernado en piel por el canónigo Saturnino Escudero con el título de Libro de pesca grabado en oro. El manuscrito es un pequeño cuaderno de 68 páginas: las primeras trece fueron escritas en Astorga en 1624 por Juan de Vergara; sobre algunas de ellas, un desconocido añadió la descripción de varias moscas nuevas en el siglo XVIII; y en las páginas restantes incluyó nuevas descripciones de moscas artificiales Luis Peña en 1825.
El ‘regalo’ que se llevó el dictador nunca fue inventariado por Patrimonio Nacional. El escritor Alfonso García Melón reconstruyó en un libro publicado en 2003 la biografía de Juan Vergara, hasta entonces un perfecto desconocido. Tras analizar alrededor de 200.000 documentos, la mayoría en el Archivo Histórico Provincial de León, donde revisó los protocolos notariales de Astorga de los siglos XVI, XVII y XVIII, García Melón descubrió que Juan de Vergara era, efectivamente, natural de Astorga, amante de la pesca, que residía en una casa de la Plaza Mayor, que era cerero de profesión, igual que su padre, y que, a pesar de acceder tardíamente a la carrera sacerdotal, fue miembro del cabildo catedralicio.