Muere Miguel Manzano, guardián clave del folclore
El zamorano fue figura fundamental en la puesta en valor del cancionero de León
Imagen de archivo de Miguel Manzano, durante una charla. RAMIRO
El Cancionero Leonés, que editó en libro la Diputación de León, es la gran obra sobre el repertorio definitivo del folclore de esta provincia. Lo hizo el zamorano Miguel Manzano, como lo hizo con otros cancioneros, en todos los casos, trabajos monumentales. Además, Manzano fue músico y compositor de música sacra y estudioso y recopilador de lo que seguro se hubiera perdido como memoria de los pueblos, como herramienta fundamental para saber de dónde se viene. Miguel Manzano murió ayer en Zamora a los 90 años, tras unos meses en los que su estado de salud se resintió. Y ya desde hoy se echa de menos su sabiduría y se siente cierta orfandad porque con él se va una forma de entender la cultura tradicional y elevarla a los grandes centros de divulgación.
La noticia llegó pronto a León. Así como su importancia. Recordaba no hace mucho Emilio Gancedo, coordinador de Proyectos y Actividades Culturales del ILC, la trascendencia de la labor de Manzano respecto al folclore leonés. Lo hacía frente a los volúmenes del cancionero. Y contaba cómo se buscaba fecha y fórmula para hacerle un homenaje, aunque se temiera su imposibilidad dado su débil estado de salud. «Lo que hizo Miguel Manzano es una gran obra, monumental», explica Gancedo.
catedrático de música
En cualquier caso, la conexión la establecía el propio Cancionero Leonés y la admiración profesada por los que sabían reconocer su erudición ante el legado popular de los pueblos leoneses como esencia cultural.
Nacido en Villamor de Cadozos, en febrero de 1934, Manzano dedicó su vida a la música. Fue compositor, investigador de música popular tradicional y era Catedrático Superior de Música y Artes Escénicas.
Manzano desarrolló su actividad en ámbitos muy diversos. En la enseñanza, que llenó gran parte de su vida profesional, fue entre otras cosas catedrático de Entomusicología en el Conservatorio Superior de Salamanca, según describe Europa Press. Desarrolló un intenso trabajo de recopilación de música popular tradicional que dio como resultado el Cancionero de folklore musical zamorano, el citado Cancionero Leonés o el Cancionero de Burgos.
La composición fue otro de los campos más constantes en la actividad de Miguel Manzano. ¡Qué alegría cuando me dijeron! puede ser el tema más representativo. La mayor parte fueron escritos para coro mixto y conjunto instrumental, totalizando más de 200. Una buena parte publicada en discos y cedés. También fue clave su apoyo a la Semana Santa.