El leonés Nacho Nava retrata la increíble vida de Feltrinelli
De editor a guerrillero. Giangiacomo Feltrinelli quería transformar el mundo, primero a través de los libros y después de las armas. El cineasta e ilustrador leonés Nacho Nava retrata su fascinante historia en una novela gráfica que presenta este martes en la librería Sputnik.
Quería hacer la revolución a través de la cultura. Idealista, multimillonario y comunista hasta la médula. Un hombre con una vida rocambolesca. Cambiar el mundo y combatir la injusticia con los libros. Era el objetivo de Giangiacomo Feltrinelli (1926- 1972) cuando creó en Milán uno de las editoriales más prestigiosas y comprometidas. Al cineasta e ilustrador leonés Nacho Nava el personaje le cautivó desde el primer momento. Fue el historiador Guillermo Gracia quien les habló de Feltrinelli a él y al también guionista y director de cine Aitor Iturria. Se le había ‘cruzado’ durante una investigación sobre los grupos armados en la Italia de los años setenta. A los tres les pareció que la biografía del editor italiano era fascinante.
«Su vida es casi una película de espías», resume Nava. «Reunía todos los ingredientes para hacer un cómic de corte histórico», asegura el autor leonés, que este martes presenta la novela gráfica Feltrinelli (Altamarea), a las 19.30 horas. La novela, con tintes de thriller, es absolutamente cinematográfica, en el ritmo y los planos. Nava confiesa que trabajó la historia como un storyboard , de forma que, desde este punto de vista, sería fácil de llevar al cine. El ilustrador leonés apunta que quizá un película sería demasiado cara, pero sí podría ser una cinta de animación. El tiempo dirá.
El editor del Doctor Zhivago
Feltrinelli se codeó con Fidel Castro y el Che Guevara, con García Márquez, Hemingway, Pasolini o Hitchcock. Gracias a él Boris Parternak pudo publicar, pese a la resistencia de las autoridades soviéticas, su gran novela Doctor Zhivago. Al autor no le permitieron recoger el Nobel en 1958. El libro tampoco fue del agrado de la CIA ni del Partido Comunista Italiano, lo que le costó la expulsión a Feltrinelli. Luego publicaría otro libro que también levantó ampollas, El Gatopardo , de Lampedusa. En 1968 Castro le entregó los diarios que el Che escribió en Bolivia para que los publicara. En esa época Feltrinelli ya había abrazado la violencia política y mantenía contactos con grupos armados, incluidas las Brigadas Rojas. «Si encuentran a un hombre muerto debajo de un puente, ese hombre seré yo», había dejado escrito. Feltrinelli no solo luchó con bombas contra la injusticia, sino con libros baratos, para que llegaran a las clases más desfavorecidas.
Aparte de la investigación de Guillermo Gracia, la principal fuente de los autores ha sido Carlo Feltrinelli, hijo del editor, que les facilitó una abismal documentación, así como su libro Senior Service, que debe su título a la marca de cigarrillos preferida de su padre. «Para él tuvo que ser complicado conciliar la faceta de editor de éxito y la de terrorista. Tenía 6 años cuando murió su padre».
La novela gráfica ya se ha distribuido en Italia, con mayor tirada que en España. Según Nava, «tanto en la cultura española como en la italiana hay fascinación por las muertes misteriosas». Y la de Feltrinelli lo fue y mucho.
Una extraña muerte
El editor italiano, que llevaba tiempo viviendo en la clandestinidad, murió mientras manipulaba una bomba casera con la que pretendía cometer un atentado en Milán. O, al menos, así lo cuenta la historia oficial. En la novela de Nava el final sugiere otras tesis. En el libro «hay algunas cosas ficcionadas, pero todo con una base histórica».
La principal dificultad a la que se enfrentó Nava es que todos los personajes son reales y conocidos por los lectores. Eso y adaptarlos a su personal estilo, que como él dice, tiende al cartoon y a la caricatura. «Mi punto de partida fue Feltrinelli, con sus grandes gafas, bigotes y nariz amplia. El siguiente fue Boris Pasternak, que parece una escultura griega». Y la que más le costó fue Inge, la mujer de Feltrinelli, que «también tiene una gran historia».
Buscando fotos y vídeos de Feltrinelli se dio cuenta de que aparece en grandes momentos de la historia del siglo XX. En un partido de baloncesto con Castro, pescando con Hemingway o en un baile con García Márquez.
Han quedado muchos episodios de Feltrinelli sin contar. «Nos ha dado mucha pena. Como mínimo merecería una segunda parte», sobre todo, el «Feltrinelli clandestino». Ellos se centraron el la faceta cultural, porque, de verdad, «es la que cambió el mundo».Según Nava, la tricefalia con Gracia e Iturriza, superando roces, les ha permitido «sacar algo más interesante, sin quedarnos en lugares comunes». Además «los editores han sido muy críticos y activos». El resultado ha sido «enriquecedor».
A Nava le hace mucha ilusión presentar el libro en León. Estará acompañado por el catedrático de Filología de la ULE y experto en cómic Manuel Trabado. En su época en el Instituto Padre Isla, cuando Nava era «un friki» de los cómics, acudió a unas jornadas organizadas por Trabado. «Y ahora él presenta mi libro». Así, cree, «se cierra un círculo».