Un dron inspecciona daños en la Catedral
La torre herida. Un dron buscaba este martes en la Torre del Reloj de la Catedral de León secuelas del invierno lluvioso. Cientos de fotografías y vídeos permitirán descubrir si el agua ha causado daños en esta torre que fue restaurada de forma integral en el año 2000 y sufrió las últimas reparaciones en 2015.
Un dron ‘espía’ revisó este martes la aguja de la Torre Sur de la Catedral de León. Su misión era descubrir fracturas y hasta la más mínima fisura en la piedra. Es uno de los puntos más frágiles del templo gótico, porque quedó ‘herida’ tras el célebre terremoto de Lisboa de 1755, y porque la aguja calada es un delicado ‘encaje’ tejido con la vulnerable piedra de Boñar.
David Iriondo, de la empresa Visuair, fue contratado por el Cabildo para captar con un dron posibles desperfectos en la aguja —tanto en el interior como en el exterior—, teniendo en cuenta que ha sido un año especialmente lluvioso y los canónigos habían detectado más desprendimientos de mortero de lo que es habitual.
El arquitecto conservador de la Catedral, Mariano Díez Sáenz de Miera, y el administrador del templo, Mario González, observaron desde tierra las maniobras de un dron mini que pesa menos de 250 gramos, capaz de hacer cientos de fotografías y vídeos en alta calidad y con sensor de obstáculos.
En principio no parece que haya destrozos relevantes, explica el arquitecto, sin haber visto aún al detalle las imágenes aéreas.
En 2015 se hizo una inspección fotográfica de la torre, después de que se desprendiera parte de una cornisa. Entonces los drones eran una tecnología incipiente y se optó por contratar a una empresa de trabajos verticales para que fotografiara, palmo a palmo, la torre. La Junta prometió, horas después de la caída del gran bloque de piedra que se estrelló fuera del perímetro de seguridad de la verja, un plan especial de mantenimiento de la Catedral. Pero únicamente se sellaron grietas y se repusieron elementos decorativos que se habían ido desprendiendo en los últimos años.
La torre alemana
Los historiadores consideran que el maestro Jusquin diseñó la Torre Sur, también conocida como Torre del Reloj. Sin embargo, otras investigaciones, como la de Juan Luis Blanco Mozo, apuntan a que los cuerpos superiores tienen una «impronta alemana» que hacen pensar que la traza de los cuerpos intermedio, superior y de la aguja saliera de Hans de Colonia, al que se atribuye la planta de la Catedral de Astorga. Hans o Juan de Colonia, que introdujo el gótico flamígero en León y en Castilla, también es el autor de las agujas de la catedral de Burgos.
En el año 2000 la Torre Sur fue sometida a una rehabilitación integral. Entonces se comprobó que su estado era mucho peor de lo que se esperaba. Tanto la aguja como la crestería y los remates sufrían el problema de la descomposición de la piedra de Boñar. Aquella intervención tenía el objetivo de frenar este proceso de degradación en numerosos elementos ornamentales. La torre tiene dos grietas ‘conocidas’ en los paramentos sur y oeste. Estas grietas, ya advertidas en el siglo XIX por Demetrio de los Ríos, aunque no llegó a actuar sobre ellas, tienen su origen en el gran terremoto de Lisboa. En 1997 se colocaron ‘testigos’ para controlar que se mantienen estables y no amenazan la estabilidad de la torre.
La Torre del Reloj es casi tres metros más alta que la Norte, que mide 64,60 metros. Ambas comenzaron a construirse en el siglo XIII y en un primer momento fueron dos torres exactamente iguales. La Sur acabaría teniendo una fisonomía distinta porque a mediados del siglo XV se decidió desmantelarla para construir una nueva. Únicamente se conservó el primer cuerpo, posiblemente por temor a que el templo se resintiera si se derribaba.