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Masterclass teatral de Lola Herrera en León

La actriz vallisoletana también se subirá hoy al escenario para representar ‘Adictos’ junto a Ana Labordeta y Lola Baldrich

Lola Herrera, ayer, en el Auditorio de León, en una escena de ‘Adictos’, obra que también representa este viernes. MARÍA FUENTES

Publicado por
EFE
León

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Tras el éxito de ayer y a teatro lleno, Adictos vuelve hoy al escenario del Auditorio. Lola Herrera, en estado de gracia, y Ana Labordeta y Lola Baldrich, al máximo nivel, protagonizan esta obra que dirige otra ilustre de las tablas como es Magüi Mira.

La obra está escrita por Daniel Dicenta Herrera y Juanma Gómez y reflexiona sobre la sobreinformación, la manipulación, los avances de la ciencia y la tecnología.

«En una sociedad controlada por el poder si no eres adicto al sistema, la honestidad paga un precio muy alto», plantea la obra.

La verdad frente a la manipulación y la desinformación; la verdad frente a la utilización perversa de los avances de la ciencia y la tecnología. Estela Anderson, científica de prestigio internacional, descubre que el proyecto en el que lleva años trabajando va a ser utilizado en contra de la humanidad.

Daniel Dicenta Herrera y Juanma Gómez escriben un texto que nos transporta a una democracia deshilachada, que pierde sus fuertes nutrientes: la ética y los valores que nos dan fuerza para seguir avanzando.

«Adictos nos pone contra las cuerdas, nos sacude y nos enseña un paisaje nuevo y contemporáneo».

Tres actrices excelentes interpretan con compromiso y mucho arte a tres personajes cualificados, valientes y generosos.

Aseguraba Lola Herrera en fechas pasadas, que tras muchos años interpretando a Menchú en la obra Cinco horas con Mario de Miguel Delibes, Herrera está feliz de compartir escenario. «Lo importante es encontrarte con los ojos del otro en el sobre las tablas. A mí me gusta trabajar con gente, tener compañeros».

La actriz se siente una privilegiada dentro de una profesión en la que hay precariedad. «El actor siempre vive pendiente de una llamada de teléfono, pero ahora la profesión se ha hecho inmensamente grande».

«Antes éramos menos, nadie quería hacer teatro y si alguien lo pretendía ya se encargaban padres, abuelos o quienes tuvieran autoridad de decir que no. Si eran chicas, iban a ser putas y si eran chicos no se sabía qué serían».

Cuenta Herrera que de unos años a esta parte, todo el mundo quiere dedicarse a esto. «Me da mucha pena que seamos tantos, hay gente buenísima que se queda en el camino», lamenta.

Herrera cree que en el oficio hay determinados actores que están en todas partes, lo que resta oportunidades. «Hay una falta de riesgo por parte de productores y directores: van a lo seguro».

«Ser actor ahora es mucho más difícil que cuando empecé. Ahora, por ejemplo, si tienes un montón de seguidores en las redes puede que te contraten».