El gran libro de viajes a la Catedral de León

Si hubiera en León una asignatura viva sobre la Catedral, Javier García-Prieto podría ser el mejor maestro. Clase al aire libre de un verso suelto, como le gusta llamarse, una mañana de ayer en Burgo Nuevo. El hilo es un libro, pero habla de memoria. Catedral de León, Con los ojos ajenos (Eolas), el título. En política leonesa lo fue todo, si ese todo puede ser presidente de la Diputación, por ejemplo. Y, tal vez, en algún momento incluso lo que no quiso. Pero también concejal de Cultura, diputado, político popular influyente autonómico, profesor universitario, pero siempre verso suelto, no está mal como adjetivo. El impulsor cultural de lo tradicional a lo moderno. Catedral de León, Con los ojos ajenos es un libro de cien viajeros y un destino tamizados por el orden y contenido que pone García-Prieto para encontrar conclusiones acerca de la importancia de la Catedral de León para los ojos de fuera. Y una trascendencia que va más allá de lo religioso para entrar en el orden de lo cósmico y de la creación humana. Se sabe la lección.

Javier García-Prieto, además de aportar sus conocimientos, se convierte en testigo de los viajeros que llegaron a la Catedral. «El análisis crítico, aunque hay algún apunte, no lo he incluido pero lo tengo», advierte para empezar. Pero sí puede decirse que es un libro de viajes y viajeros a la Catedral.

«No es un libro fortuito, sino un trabajo de años», indica también, aunque la alineación de viajeros ya desvela que el autor recabó información de todo tipo y durante mucho tiempo para encontrar estos cien testimonios, reseñas, artículos, poemas en los que la Catedral leonesa se convierte en tema central. Porque Catedral de León, Con los ojos ajenos (Eolas) es cien miradas de viajeros sobre la Catedral de León. Mitad nacionales, mitad extranjeras. Entre las primeras, las de autores tan reconocidos como Unamuno, Lorca, Josep Plá, Azorín, Pardo Bazán, Valle Inclán, Antonio Machado, Eugenio Montes, Moreno Villa, Mauricio Bacarisse o Enrique Rivas y estudiosos tan significados como Ponz, Quadrado, Gómez Moreno o Claudio Sánchez Albornoz.

Entre las segundas, las de viajeros extranjeros por España tan acreditados como Charles Davillier, Guillermo Manier, Emile Begin, Richard Ford, Eugene Gallois, George Borrow, Lady Tenison, Hans Gadow, Edith Warton, Walter Starkie, Magde Macbeth, Leon Degrelle, Miguel Torga, Jane Leck, o James Michenner.

Con este trabajo cumple Javier García-Prieto lo que para él también es una pasión: «Siempre he sido aficionado y lector de libros de viajes. De Stevenson a Julio Verne y los más actuales».

Profundiza García-Prieto en la temática cuando señala que «León no es que esté en el foco central de los viajeros. Los románticos del XIX buscaban lo exótico que encuentran en el sur, las posadas, los bandoleros... El Camino de Santiago es el que pone a León en el mapa de estos autores viajeros», explica. Y, claro, se encuentran con la Catedral. Encuentra tres coincidencias, que son por otra parte las suyas. «En la definición de la Catedral todos coinciden en tres cosas. Que es casi lo que quiero contar en el libro. La inmaterialidad. La Catedral es luz, color y cristal. La piedra es puro soporte de la levedad. En segundo lugar, si el arte característico de Reino de León es el Románico, la Catedral es la espectacularidad, la alegría, lo que prevalece frente al deterioro social, económico y administrativo de León, que puede ser presente en esta época. Y en tercer lugar, la conexión poética de la Catedral con los autores», remarca.

Y así, como se cuenta en el libro, y se corrobora con una visita, la Catedral sigue en auge. «En cambio, León está en declive permanente desde la unión de los reinos», afirma.