El palacio de Grajal busca un ‘salvavidas’
En lista de espera. El palacio de Grajal tiene planes para salvarse de la ruina. Ha solicitado tres millones de euros de los fondos Next Generation y espera que la Diputación lance otra edición del ‘Programa R’ para consolidar definitivamente esta joya renacentista que lleva 30 años en obras.
Europa es la ‘tabla de salvación’. Más concretamente, los tres millones de subvención que la alcaldesa de Grajal de Campos, Tamara Alonso, ha solicitado con cargo al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Una partida de los fondos Next Generation que permitirá «consolidar todo el edificio» y restaurar «las alas norte y este» del palacio, según el arquitecto conservador de esta joya renacentista, Ramón Cañas. Un inmueble que permitirá a la localidad organizar todo tipo de actividades culturales. No está claro que los edificios históricos seleccionados reciban la totalidad de las subvenciones que demandan. La respuesta llegará en unos días.
La alcaldesa también aguarda a que la Diputación convoque una nueva edición del ‘Programa R’ (Recuperar-Regenerar-Reactivar), destinado a salvaguardar el patrimonio en zonas rurales. Cañas pretende reparar la zona de la torre con esta partida provincial.
En 2020 la Diputación invirtió en este inmueble con sabor italiano 144.000 euros del programa denominado Varatiel —nombre de un pueblo desaparecido—, cuyo objetivo era dar una oportunidad a monumentos que el abandono, la desidia o la falta de inversiones convirtieron en ruina. Ramón Cañas se centró entonces en recuperar las habitaciones que dan al corredor, para albergar actividades culturales, congresos y exposiciones.
La lista de reparaciones en el palacio que perteneció a la poderosa familia de los Vega es larga hasta el aburrimiento, desde el saneamiento de humedades en los muros hasta la recuperación de pavimentos, cosido de fisuras, eliminar huecos cegados, la reposición del forjado en la planta baja, reparación de las cubiertas...
El Ayuntamiento compró el palacio a sus propietarios por la simbólica cantidad de 6 pesetas. Declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento en 1931, constituye uno de los escasos elementos del patrimonio civil del período renacentista que jalonan el Camino de Santiago a su paso por la provincia de León.
Además, se trata de un caso único, por ser un edificio sobresaliente de la arquitectura civil del siglo XVI y encontrarse en relación con un elemento de arquitectura militar (el Castillo de los condes de Grajal), y otro de arquitectura religiosa (la iglesia de San Miguel), en la misma localidad. Una joya que lleva tres décadas ‘metido’ en obras. Pequeñas intervenciones que no alcanzaban para afrontar una rehabilitación integral.
Desde 2018 alumnos de las Enseñanzas Artísticas Superiores en Conservación y Restauración de León han llevado a cabo trabajos en el palacio. En esta campaña volverán la última semana de septiembre para recuperar mosaicos originales.
Los materiales se los proporciona el Ayuntamiento, así como el alojamiento en el albergue de peregrinos que hay en el propio palacio. A cambio, ejecutan una labor de precisión.