La leonesa Marifé de la Torre expone en Tánger sus fotografías
Marifé de la Torre en su exposición. ICAL
Profesora de Física y Química, viajera empedernida, solidaria, concursante ‘magnífica’ de Saber y Ganar... la leonesa Marifé de la Torre Guerra es una polifacética mujer que también tiene la fotografía entre sus aficiones. Álbumes, cuadernos de viajes y ‘collages’ dan testimonio gráfico de sus andanzas por medio mundo y también alguna exposición, como la que acaba de protagonizar en Tánger.
El Museo del Legado Americano de la ciudad marroquí, un edificio situado en la medina que es la primera propiedad pública norteamericana fuera del país acogió recientemente una muestra de las imágenes que Marifé quiso inmortalizar como recuerdo de los diversos Parques Nacionales que tuvo ocasión de visitar durante los dos años que vivió en Miami y que describe como «espectaculares».
También trabajó un año en el Instituto Severo Ochoa de Tánger y durante ese periodo conoció a Yhtimad Bouziane, la subdirectora de la Legación, «que realiza allí un gran trabajo con mujeres marroquíes en peligro de exclusión».
Le enseñó su álbum de fotos, ella se las pasó a la directora, Jennifer Rasamimanana, a quien le pareció una buena manera de mostrar a la población tangerina una gran parte de la naturaleza americana y la propuesta fue ya una realidad para «todos aquellos interesados en conocer un poco más de ese maravilloso país».
Las 22 fotografías de la exposición son fruto de varios viajes: uno de San Francisco a Los Ángeles, que hizo con dos amigos visitando Yosemite, Secuoya y Joshua Tree; otro desde Denver, con un amigo -una vuelta con visita a Gran Teton, Yellowstone y Rocky Mountains- y uno más desde Phoenix, con tres amigos, en una ruta circular con visita a Sedona y Saguaro.
Un viaje por la ruta 66
El último recorrido lo hizo sola, desde Las Vegas para conocer Zion, Antílope, Herradura, Bruce, Capitol Reef, Canyonlands, Dead Horse Valley, Arches, Monument Valley, Gran Cañón (sur y norte), y hacer la ruta 66 de vuelta a Las Vegas. En total, recorrió 3.500 kilómetros en 12 días. Además, como residía en Miami, desde allí se desplazó a los Everglades y Biscayne.
El Antelope Canyon es su favorito. «Los colores cambian con la luz y es una sensación muy especial» explica y también destaca lo que le gustó descender hasta el río Colorado por el Gran Cañón, aventura que le supuso cuatro horas de trayecto de bajada y siete de subida.
La artista leonesa, que no desvela su próximo destino, afirma que exponer en la Legación Americana en Tánger, que supone además su primera muestra individual e internacional, fue «un privilegio; no podría imaginar un lugar mejor, porque es un referente cultural en Marruecos».