El futuro está en la JOL

Si la cumbre del músico es el escenario, este sábado en el Auditorio 65 jóvenes culminaron un trayecto de seis días de encuentro de la Joven Orquesta Leonesa, una formación que es un lujo prometedor con Margarita Morais como gran impulsora. Su concierto en el Auditorio supuso el colofón a estas jornadas de ensayo, aprendizaje y comunión musical e instrumental.

Las puertas del Auditorio de León se abrían momentos antes de las 20.00 horas. Esos minutos de incertidumbre, interminables para los protagonistas, eran aliviados por familiares y amigos, a los que algunos de ellos esperaban en las puertas del edificio.

Cuando el reloj marcaba la hora en punto las puertas de la sala se cerraron y la oscuridad disipó el miedo de sus cabezas. Los instrumentos comenzaron a sonar, y su movimiento de los cuerpos se tornó pendular. Visto desde las butacas, se asemejaba al vaivén de las olas del mar. A veces pausado, pero otras intenso, crispado, igual que una tormenta agitando el océano, donde la ensordecedora tempestad se mezcla con el grito desesperado de los marineros. Y aunque el romper de las olas rodeaba el barco, el público se encontraba en el ojo de la tormenta. Un contraste perfecto entre la destrucción y la paz. De un momento a otro, esos jóvenes intranquilos adquirieron el rol de veteranos, dando forma a un compendio de sonidos hilados por la experiencia, en unas manos donde aún no se encuentra el paso del tiempo. En las sillas, los adultos, emocionados, tornaban en los infantes que hace no tanto fueron esos muchachos.

El esperado concierto fue dirigido por Jorge Yagüe, el director titular de la orquesta ofreciendo a la comunidad una oportunidad única para disfrutar de una noche de música magistral. Bajo la batuta de Yagüe, los jóvenes músicos interpretaron un repertorio cuidadosamente seleccionado que incluye obras maestras de Richard Wagner y Nikolái Rimski-Kórsakov. Estas composiciones no solo representan un desafío técnico para los intérpretes, sino que también prometen una experiencia auditiva enriquecedora para el público.

El programa del concierto no tuvo desperdicio. Richard Wagner con su Obertura de Los maestros cantores de Núremberg dio inicio a la sesión. Los Maestros cantores es un título y texto original de Wagner. Una comedia humana alejada del mito y lo sobrenatural. A continuación, la JOL interpretó a Nikolái Rimski-Kórsakov: Scheherezade de Las mil y una noches, como suite con sus cuatro movimientos o los cuatro cuentos: I El mar y el barco de Simbad; II La historia del príncipe Kalendar; III El joven príncipe y la joven princesa; IV Festival en Bagdad. Naufragio.

Uno de los momentos destacados de la tarde noche de concierto en el Auditorio con la JOL fue el cuarto cuento de Scheherezade, Festival en Bagdad. Naufragio. Durante la batalla y el naufragio del barco de Simbad, los instrumentistas gritaron literalmente mientras tocaban. Un efecto que fue una sorpresa impresionante para el público en una versión preciosa que impacta.