Filandón a la gallega de Quico Cadaval
Un viaje equidistante a los tiempos de ‘Dios es bueno, pero el Demonio no es malo’. Roma en El Espejo empieza hoy con Quico Cadaval, Celso Sanmartín y José Luis Gutiérrez. En ‘Tres vellas (en la romería)’ Cadaval muestra su versatilidad en donde el director teatral da paso a su vertiente de narrador
Lugar: La Casona de Puerta Castillo
Hora: 20.00
Entrada: 2 euros
Filandón y/o teatro. Un filorio o un ejercicio narrativo. En cualquier caso la magia de subirse a un escenario. El arte de Quico Cadaval, aquí al habla, pero que no se despega de sus dos compañeros en Tres vellas (en la romería) : Celso Sanmartín y José Luis Gutiérrez, aunque cada uno cuente lo suyo, porque se ve que no quiere protagonismo. De hecho, destaca de Gutiérrez su espectáculo Historias del filandar , de la que se puede leer su despliegue magistral como contador de historias. «El mejor», pone en algún lado sobre el zamorano. Pues hoy, los tres abren Roma en el Espejo , el ciclo dirigido por Víctor M. Díez, y que es artefacto delicado en donde los géneros se tocan y se mezclan con el descaro del talento.
Tres vellas (en la romería) : Guti, Celso y Quico, como ellos mismos se presentan sin apellidos, proponen un espectáculo hermoso. En donde esas narraciones de romería encandilan al espectador por la fuerza de su argumento y su manera de contarlas. Es por tanto una reunión de narradores de primera: tres vellas son. Quico Cadaval lo destaca además en León «porque para nosotros es acudir a una plaza grande», afirma, como será este encuentro en La Casona en una tarde de verano. Otra de las magias de esta función sin truco se da porque cada una es diferente, única; algunas viejas repiten, otras no, aparecen y desaparecen de la memoria colectiva en la mayor y más antigua expresión teatral: la narración oral.
«La tradición de contar es la misma en todos los sitios. Se llama igual, de hecho. Son los cuentos del trabajo, ahora de la romería», relata para mostrar ese filón infinito que es el que alguien cuente y otro escuche.
De hecho, Quico Cadaval, en todo este tinglado, podría ser acusado de exceso de talento. Como el que demostró cuando fue el que primero llevó al teatro en gallego a Valle-Inclán. «Fue muy bien esa experiencia. La prosodia de Valle es muy fácil en gallego. Y así el gallego fluye muy bien en el castellano del autor», explica.
Con Antón Reixa vivió un momento complicado ante la dirección de Galicia Caníbal , idea del primero. «Reixa siempre quiere hacer algo que le llegue al público. El es un gran poeta de vanguardia. Pero hizo pop para llegar al público. Y con ese espectáculo, que era frente a la Movida madrileña una mirada con humor a la que hubo en Galicia, nos fue muy mal».
Si la narración fuera sobre Cadaval, proseguiría remarcando que ha puesto en pie obras de Shakespeare o dirigido a Luis Tosar. «Hombre, pues sí. Valle-Inclán, Antón Reixa, Luis Tosar... Tres que mencionas que son tres genios gallegos», remarca.
Es decir, empieza piropeando a sus actuales compañeros de escenario y sigue con los que han formado parte de sus proyectos. Es sin duda, la corroboración de que él es el que se merece todos los elogios. Y hoy en León será el espectáculo de la palabra viva, o mejor, resucitada en el habla de Celso Sanmartín, José Luis Gutierrez y Quico Cadaval. Cadaval giró por toda Galicia con salidas a Portugal, Castilla y León y Cataluña. «La materia de los relatos que se presentaban en lo que parecía una verdadera sesión de espiritismo era la vida cotidiana, los trabajos y los días, los labores, los enamoramientos, las tristezas, los dolores y las diversiones. La prodigiosa biblioteca del mundo analfabeto en su infinita riqueza», viene a decir Quico Cadaval.
Y surge una sinopsis que tiene la fuerza de la presentación para el nuevo repertorio que crearon el año pasado en torno a estas Tres vellas ( En la romería) . «Salimos del mundo del trabajo y buscamos en las memorias de las vellas los días gloriosos de romerías y fiestas, los bailes, los milagros, las devociones, los exorcismos, lasempanadas y los melindres, el vino joven y la caña brava… Las tres vellas lían a la cabeza sus más hermosos paños rameados, para salir a bailar las muiñeiras, jotas y bailes charros en los turreiros de las fiestas. El repertorio se compone de todo lo que rodea al mundo estival de las romerías: milagros, romances, ofrendas devotas, relatos humorísticos, un mundo en el que se mezcla la superstición y el fiestero escepticismo. Un viaje equidistante a los tiempos de Dios es bueno, pero el Demonio no es malo . Un repertorio en el que se juntan las miradas lacrimosas de las procesiones con los pies encallecidos de los bailes. Parece un mundo olvidado, pero as tres vellas regresan para contarlo con la misma frescura como si fuese ayer». Y será hoy en La Casona de Roma en el espejo .