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La alumna favorita de Toño Caminero

Desde la modernidad y la música urbana, la leonesa Amanda Theta lanza su música en Barcelona sin olvidar la reivindicación y el desarraigo de su tierra leonesa. «Todos buscando tréboles de cuatro, yo con un jardín plagao de los de tres, encontré mi suerte en los de siempre...», canta Amanda

La leonesa Amanda Theta lanza desde Barcelona las canciones de su primer trabajo discográfico.DL

León

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Que la leonesa Amanda Theta, inmersa en sus lanzamientos, allá por Barcelona, reserve un recuerdo fundamental para el añorado Toño Caminero, dice tanto bueno de ella como despierta el mejor de los recuerdos de uno de los más talentosos músicos y productores de León. La pista lleva a que Amanda Theta hace música con los cinco sentidos y que Caminero, Canín, fallecido en 2014, es inolvidable. Con todo construye Theta un arte en el que hay la modernidad de lo actual pero también reflexión y consciencia de lo que se es y dónde se está. Se aprecia en sus composiciones y advertencias, que no hay que confundir con amenazas por aquello de la economización del lenguaje. Pero alguien que avanza esta idea seguro que merece la pena: «Me gustaría adelantarte que el siguiente lanzamiento de mi single, Tréboles de tres , tiene un vínculo especial, con mi tierra, León, sobre la situación con la que nos hemos encontrado muchos: tener que dejar nuestra tierra para desarrollarnos profesionalmente, sobre todo, en mi caso, en el mundo artístico musical. Abordando este tema con un enfoque a  la unión persistente a pesar de la distancia con mi gente, en esa búsqueda de la manera para conseguir cada pequeño paso. Tréboles de tres celebra cada progreso y aprendizaje compartido, después de habernos roto la cabeza para ver cómo podíamos dar el siguiente paso», explica de primeras dadas.

Si además, aunque no tenga nada que ver, alguien como Israel Diéguez, uno que fue de esos activos culturales de la ciudad contra viento y marea, y que además es su hermano, dice de ella: «Se lo guisa y se lo come. Formada en imagen, sonido y música (León, Vigo, Londres, Barcelona); compone, arregla, canta, graba y edita. Vamos, lo que le hubiera gustado hacer a su hermano, pero ella fue y lo hizo», está claro que la pista a seguir era buena.

En este caso, presentar así a Amanda Theta puede parecer empezar por el final. Pero se trata de averiguar primero una cierta autointrospección que delata, por ejemplo y en sus propias palabras, que «transversalmente, en todo lo que hago, guardo una implicación con la inclusión de género en la industria musical, después de haber vivido en mis propias carnes lo que supone ser una mujer dentro del estudio en puestos y roles que han estado copados por hombres a lo largo de la historia. Por eso, este siguiente single lo he producido junto con la productora Spinnheli», avanza.

Si hubiera que explicar cómo viene envuelto este Tréboles de tres y el resto de sus creaciones todo puede ser eclecticismo: «No me gusta encasillarme, pero sí es cierto que estos trabajos tienen una influencia de música urbana, rap, sonidos de Reino Unido, garage y capas de voces que recuerdan más a estilos como el rhythm and blues», remarca.

En Tréboles de tres Amanda Theta se hace una pregunta: «¿Crees que la suerte puede estar en un simple trébol de tres?». Y desmitifica esta creencia. «Todos buscando tréboles de cuatro, yo con un jardín plagao de los de tres, encontré mi suerte en los de siempre...», canta Amanda.

Para la artista leonesa ha sido todo un proceso de aprendizaje dejar su ciudad natal para dedicarse a la música. Por eso Tréboles de tres más que una canción es un homenaje a sus raíces, que han sido el sustento del que bebe su nuevo trabajo, tocando temas como la migración y la amistad duradera. Reivindica la fortuna de encontrar en el entorno cercano la inspiración que muchas veces se busca fuera. Este Tréboles de tres , en canción y videoclip, está llevada a cabo con la productora musical Spinnheli.

Y no es solo una melodía sino un retrato sonoro de la realidad que enfrentan muchas personas de ciudades más pequeñas y zonas rurales, donde los recursos y oportunidades son escasos, obligando a muchos a migrar hacia ciudades como Madrid y Barcelona en busca de un futuro mejor. La canción ofrece una reflexión sobre cómo la verdadera suerte se encuentra en las relaciones cercanas y en la resiliencia diaria. Una oda a las personas comunes, con trabajos normales pero esenciales, y a la fuerza que encontramos en las relaciones, incluso cuando la distancia separa.

Por eso hay en la música de Amanda Theta una mirada a la problemática de la despoblación rural y la centralización de oportunidades en las grandes ciudades. Amanda Theta estudió piano y lenguaje musical en la Escuela Municipal de Música de León. Su pasión le0 llevó a estudiar canto moderno y teclado, y más tarde, a descubrir la producción musical bajo la guía de su mentor, Antonio Caminero.