Cess, el leonés con un truco bajo la manga

La magia ha sido desde hace mucho tiempo una fuente inagotable de fascinación y misterio, y para muchos, un sueño convertido en realidad. Así es como comenzó la aventura de uno de los magos más prometedores de la provincia, quien pasó de ser un joven admirador de la magia a convertirse en un profesional reconocido.

Desde su infancia en León, el ahora ilusionista recuerda con cariño cómo un festival de magia despertó su fascinación. «Vi un espectáculo de magia en León cuando tenía 11 años. Fue en un festival de magia en la calle con mis padres. Me impresionó tanto que pedí una caja de magia Borras a los Reyes Magos», relata.

Esa primera caja fue el punto de partida de su trayectoria mágica, que pronto lo llevó a una academia local dirigida por el mismo organizador del festival. «Fue una casualidad increíble», dice, recordando cómo comenzó a formarse en magia de manera más profesional.

Con el tiempo, su dedicación y esfuerzo le permitieron avanzar desde el nivel infantil hasta el de los adultos, lo que le brindó una base sólida para su carrera. «Empecé con los niños, pero mi dedicación me permitió pasar a un nivel más avanzado con los adultos», explica. Su formación continuó en la universidad de magia de El Escorial, donde estudió durante tres años con algunos de los mejores magos de España.

En cuanto a su estilo, el mago describe su magia como una extensión de su personalidad. «Mi magia es el reflejo de quién soy. La llevo a mi manera, con un toque divertido y fresco, reflejando mi carácter», dice. Este enfoque personal es lo que define su arte y lo hace accesible y entretenido para su público.

Sobre la vida de un mago en España, el ilusionista admite que es un camino desafiante. «Es complicado, como cualquier carrera artística. Requiere mucho esfuerzo, movimiento constante y hacer contactos», señala. Utilizando una metáfora de su maestro, compara la vida de un artista con girar un plato: «Tienes que estar en constante movimiento para mantener el plato girando», explica.

El impacto de las redes sociales en su carrera es mixto. Aunque reconoce que pueden ser una gran herramienta de promoción, también advierte que pueden llevar a una visión superficial de la magia. «Las redes son un gran escaparate, pero también pueden hacer que algunas personas no se animen a ver los espectáculos en vivo», reflexiona.

Una academia de magia

El mago, originario de León, ha llevado su pasión de vuelta a su ciudad natal. En 2022, lanzó una escuela de magia en colaboración con el festival internacional de magia de León. «Siempre soñé con enseñar. Quería ofrecer a otros lo que yo no pude encontrar cuando empecé», comenta. El proyecto ha tenido una acogida positiva: «El primer año que hicimos la academia salieron tres grupos, dos de niños y uno de adultos. Es muy difícil poder sacar un grupo de personas mayores a los que les guste la magia y que esté entregado a aprender. Ya no es un niño en una actividad de extraescolares esto tiene que ser más vocacional».

Además de sus actividades educativas, sigue realizando espectáculos en eventos públicos y privados. «Disfruto de cada tipo de evento, ya sea en una fiesta de un pueblo o en un teatro», dice. La magia, para él, es un arte escénico que ofrece múltiples beneficios, no solo para el público, sino también para quienes la practican. «La magia me ayudó a superar mi timidez y  mejoró mi vida en todos los aspectos. Animo a todos a que experimenten y jueguen con ella», concluye.

Para el futuro, el mago tiene claros sus objetivos. «Mi meta principal ya la he cumplido: vivir de mi pasión. Ahora, quiero seguir perfeccionando mi rutina y quizás algún día participar en un campeonato mundial de magia», revela con entusiasmo.

Con una carrera llena de logros y una pasión inquebrantable por su arte, este mago local continúa encantando y sorprendiendo a su público, llevando la magia a cada rincón de León y más allá.