Cuando Antonio Vega suena en Mario

Mario Álvarez canta a Antonio Vega. Jueves, 22 de agosto. 22.30 horas. Entrada gratuita. Esta historia se entiende de todas las formas. De Antonio a Mario Álvarez, de Mario a Antonio Vega. Se entiende desde la erudición de coleccionista con la que algunos viven la música del genio madrileño creador de obras maestras como Una décima de segundo, Cada uno su razón, Atrás, Alta tensión y, por supuesto, Chica de Ayer. Y se entiende también desde la pasión intuitiva del que se acerca a una de esas canciones y llega al sentimiento. Hoy, en El Gran Café, Mario Álvarez sirve uno de sus platos favoritos, su especialidad: cantar por Antonio Vega.

A la hora de elegir un repertorio del músico madrileño, Mario Álvarez no sólo tira de esa característica acústica que el creador de El sitio de mi recreo incorporó a muchas de sus canciones. Al contrario, el excomponente de grupos como Cooper, que fue su aventura musical más reciente, también selecciona canciones míticas de los tiempos heroicos de Nacha Pop, en donde la vertiente más power pop de la banda madrileña fue el denominador común.

Y por supuesto, siendo Antonio Vega uno de los favoritísismos de Mario Ávarez, tocando también aquellas canciones que cuando suenan se convierten en himnos. En su interpretación, además, hay ese conocimiento casi de investigación que el leonés ha desarrollado durante décadas sobre la carrera musical de Antonio Vega, su forma de componer o su técnica guitarrística. Y que tratándose de Antonio Vega, en todos esos frentes resulta una travesía apasionante. En cuanto a cantar y tocar comparten Antonio Vega y Mario Álvarez la virtud de los mejores solistas, por lo que un concierto como este deja entrever la sensibilidad compartida de ambos y en donde el músico local no pretende suplantar al genio malogrado sino homenajearlo, rendirle tributo y servir de correa de transmisión para los que aún no se han acercado a su obra.

Porque lo que deja claro el guitarrista de la jam session más señera de la provincia como es la de El Gran Café, es que no se trata de imitar. Sería burdo. Antonio Vega no lo haría. Mario, tampoco.