Zabriskie da el gran salto en septiembre
El grupo leonés hará podio con Coque Malla y Sidonie en León Solo Música en el Palacio de Exposiciones
De ese tren del éxito que pasa una vez en la vida y que es como la chica de la curva: no existe pero muchos la han visto y tienen razón, no tienen noticias. Zabriskie, de un tiempo a esta parte, parece moverse mejor entre un noventa por ciento de trabajo y un diez por ciento de inspiración. Y así, responder a la perfección a cuantas llamadas reciban del negocio musical. Solvencia a la que suman que la mayoría está vinculado a través de la enseñanza, producción y otras actividades paralelas. Por eso, ahora que el verano dice adiós es el turno de los grupos que no son de temporada. Zabriskie inicia septiembre formando parte del cartel de León Solo Música (28 de septimbre) junto a Sidonie y Coque Malla. Toda una merecida descarga de autoestima para Zabriskie, a saber: Carlos Arede, Alberto de Gabriel, Álex Modia y Juan Marigorta.
Como al resto de grupos leoneses habría que buscarle las vueltas al sentido colectivo, máxime cuando León aún predica el mantra de su incomparable actividad musical. Y ellos, en un supuesto de cero a diez, forman parte con todas las consecuencias, y de manera activa, también. «Es difícil hablar por los demás, pero de ese cero a diez me atrevería a darle un seis. Hay grupos a los que les va muy bien y otros a los que no tanto. En general veo que está muy complicado el trascender más allá de tu ciudad. Pero bueno, supongo que es algo en general que pasa en todas las ciudades. Todas, menos Cartagena, que es una fábrica de hacer grupos exitosos. Por otra parte, sí que tengo la sensación de que hay más música en directo que nunca; también que cada vez hay más academias de rock y que los músicos de León en general no paran de currar, ya sea con grupos de versiones, dando clases... Así que en ese sentido la nota sería bastante más alta», reflexiona Juan Marigorta, voz cantante del grupo y al frente de la banda desde su primera época. Así que nadie mejor que él para este mismo diagnóstico pero desde lo particular. «Nuestro estado de ánimo, como somos unos disfrutones, vamos a valorarlo en un ocho. Estamos tocando en festivales y además estamos preparando las canciones de lo que será nuestro próximo disco. Eso nos mantiene con la ilusión bien arriba», asegura dando así las primeras buenas noticias.
Por su propia calidad, la apuesta musical de Zabriskie hay que verla como la de un grupo de largo recorrido. Nada más oírlo lo agradecen, lo que les aleja de cierta arrogancia que parece ser seña imprescindible de determinados músicos. Ellos, en cambio, disfrutan hasta de esa modestia. «Es cierto que los grupos que aparentemente tienen más éxito en los festivales son aquellos que hacen una música más enérgica y con estribillos más coreables. Pero si te fijas, siempre hay grupos como el nuestro que se salen un poco de la norma y van a su bola, estilísticamente hablando. Está claro que el nuestro es un proyecto musical de desarrollo a largo plazo. Nunca hemos tenido prisa, pero claro, una cosa es eso y otra es ver cómo pasan los años y seguimos en un punto parecido a cuando empezamos... Está claro que se ve cuándo la gente hace las cosas con cariño y cuándo es un mero trámite para ellos pero, más que explicar quiénes somos o qué hacemos, la frustración viene de sentir que es difícil encajar en alguno de los moldes que tiene la industria musical en España ahora mismo», remarca el guitarrista, voz y compositor de Zabriskie.
La trayectoria del grupo tiene su relato. Desde el principio, hasta el larga duración Latitud, que les sitúa en primer plano discográfico, o la canción y video más reciente Hoy por hoy. Si hubiera que aconsejar, ellos podrían ser unos excelentes cómplices. «El principal consejo sería que aprovechen el tiempo, porque aunque cuando eres joven parece que tienes todo el tiempo del mundo por delante el caso es que se pasa rapidísimo. Eso, por una parte, y por otra, animarles a mantener una actitud optimista siempre, pero con los pies en la tierra. Es un viaje apasionante que merece la pena ser vivido». Y entre medias, en el trayecto puede que hayan descubierto que aferrarse a un estilo podría ser un error, máxime cuando es un grupo tan vinculado a la fiebre festivalera. Eso sí, tienen algo que conservar: son un buen grupo de pop-rock. «Muchas gracias por el cumplido. La verdad es que las nuevas canciones, a pesar de que no tienen mucho que ver entre sí, se mantienen en la línea genérica del pop rock. Seguimos sin corsé sonoro y nos sentimos más libres que nunca para abrazar cualquier tipo de producción o instrumentación».
Entre tanto, como advierte Marigorta, pasa el tiempo. Pero también las buenas canciones, conciertos y momentos que serán la historia del grupo. Con el humor, los guilty pleasure y demás. Al hilo se puede saber que en la furgoneta ha sonado más de una vez «la diosa Dua Lipa (risas), o algún tema del último de Bad Bunny, que tiene un producción loquísima», desvelan. Nuevas canciones y temas clásicos, secuencias nuevas para experimentar y cierta dosis de improvisación son los ingredientes de los próximos conciertos. En León Solo Música, el 28 de septiembre, gran velada.