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León retorna a la Belle Époque

Disculpas a Gaudí. «Nos concedió a los leoneses el impagable privilegio de situar aquí una de las tres únicas obras que proyectó fuera de Cataluña», afirmó Pedro G. Trapiello, mantenedor de la Feria Modernista, que pidió disculpas en nombre de una ciudad que no entendió la genialidad del arquitecto
Editorial: 'Modernismo es revivir León'
​Las fotos más curiosas de la Feria Modernista de León

Una familia vestida de época posa para un retrato en el ‘photocall’ instalado en Ruiz de Salazar. El tren histórico a su llegada a Botines. RAMIRO

León

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Además de bisiesto, 1892 fue un año convulso en el plano artístico. En León el arquitecto Antoni Gaudí sigue de cerca la construcción de la Casa Botines, encargo de los industriales Simón Fernández y Mariano Andrés para ubicar en la planta baja un comercio de tejidos y viviendas en las plantas superiores. Verdi compone Falstaff y Chaikovski El cascanueces . Fue también el año en el que Ramón y Cajal accede a la cátedra de Anatomía Patológica.

Un tren inspirado en aquella Belle Époque que aún no atisba los horrores de la Gran Guerra arribó ayer a las 17.00 horas a la plaza de San Marcelo. De él descendieron viajeros ataviados según la moda de finales del siglo XIX. Frente a la fachada de Botines, aparcado un Ford T granate. Con este decorado y un ‘photocall’ sacado de aquellos estudios de fotografía pioneros, arrancó la tercera edición de la Feria Modernista, que transporta a León a la época en la que los habitantes contemplaban con recelo la construcción del edificio de Gaudí.

El periodista y columnista de Diario de León Pedro G. Trapiello, que actuó de ‘laureado’, al estilo de los antiguos juegos florales, recogiendo el testigo del profesor de la Universidad Complutense de Madrid Andrés Amorós —mantenedor de la Feria Modernista el año pasado—, enfatizó que en Botines Gaudí «dejó en pie una lección magistral, toda una asignatura viva y gigante de saberes, de artes y artesanías empaquetadas en un modo arquitectónico desconocido entonces que sigue estudiándose hoy en cada escuela de arquitectura de aquí a Japón, donde se admiran rendidamente ante su genio... y es también un aula abierta para los lugareños que a diario la vemos por fuera y más para quienes vienen de lejos a colarse en sus adentros y su historia... porque aquí se aprende a la primera lo que es un pasmo de verdad viendo estas técnicas y equilibrios que sólo los genios despiertan». Tras su discurso, García Trapiello ha sido reconocido como ‘Laureado del Modernismo’ y ha recibido una medalla de manos del presidente de Fundos, Jorge Luis García Vázquez.

José María Viejo, director general de la Fundación Obra Social de Castilla y León (Fundos) —que gestiona el Museo Casa Botines Gaudí—, afirmó que la finalidad de la Feria Modernista es «generar estrategias de interacción con el entorno vecinal, comercial y turístico, dinamizando las inmediaciones del edificio y propiciando una agenda cultural que extienda la programación del museo a las calles circundantes».

El director del Museo Casa Botines Gaudí, Raúl Fernández Sobrino, desgranó las novedades de este año de la Feria Modernista, que ha llegado para quedarse. Los stands de la feria, ubicados en la calle Ruiz de Salazar, que estarán abiertos hoy, de 11.00 a 14.30 y de 16.30 a 21.00 horas; y mañana, de 11.00 a 17.00 horas. Todas las actividades organizadas se pueden consultar en la web del museo. El programa incluye demostración de formado en directo, taller de educación artística infantil, un pasacalles con ronda de zarzuelas (a las 13.00 horas), un carrusel modernista (en la plaza de San Marcelo), artesanía en crochet o una ruta por ‘El León de Gaudí’. Doctor Bogarde&The Hockerties ofrecen un concierto hoy, a las 20.30 horas.

Los leoneses que acudan a la feria caracterizados de época entrarán en un sorteo de varios packs de regalos, visitas y experiencias gastronómicas.

Una familia vestida de época posa para un retrato en el ‘photocall’ instalado en Ruiz de Salazar. El tren histórico a su llegada a Botines. RAMIRO

Una familia vestida de época posa para un retrato en el ‘photocall’ instalado en Ruiz de Salazar. El tren histórico a su llegada a Botines. RAMIRO

Una familia vestida de época posa para un retrato en el ‘photocall’ instalado en Ruiz de Salazar. El tren histórico a su llegada a Botines. RAMIRO