La Pegatina devuelve con éxito el concierto que le debía a León
La lluvia pudo con aquel concierto en San Juan y San Pedro pero La Pegatina se desquitó ayer, en un inisual jueves, ventoso con el edificio de la Junta como parapeto, porque si algo le sobra a este grupo que es familia numerosa es entusiasmo y complicidad con su público.
Ayer se remató la faena con un concierto marca de la casa en donde el mestizaje, ya sea rumbero o skatalítico, funciona a la perfección.
La Pegatina demostró que es el mejor revulsivo emocional que puede haber encima de un escenario. Ayer se reeditó su fiesta enérgica, divertida y bailable. Espectáculo y adrenalina hasta el éxtasis, dicen ellos. Alegría y locura allá por donde pasan fue la constancia de su particular decíamos ayer.