León ya es devoto de la música española
Música inédita. El Festival de Música Española, uno de los primeros en descubrir el talento de Ara Malikian —hoy una estrella internacional— baja hoy el telón con la Sinfónica de Castilla y León en una edición cargada de estrenos.
Los números siempre parecen más incuestionables. El Festival de Música Española cierra esta noche una de sus ediciones más brillantes. Pero suena mejor con el aval de los 2.000 espectadores que han acudido a los nueve conciertos programados. Las cifras, no obstante, pueden ser engañosas. Miguel Fernández Llamazares recuerda que el primer año que asumió la dirección trajeron a León a un desconocido Ara Malikian, con José Luis Montón (guitarra flamenca) y la cantaora Ana Salazar. Fue hace 21 años. Solo cien espectadores acudieron a aquel concierto en el Auditorio. «El concierto fue precioso y de una calidad enorme, pero era el mes de julio y a Malikian lo conocíamos poca gente», explica. Ocho años después, también en el mes de julio, Malikian llenó hasta la tribuna posterior del Auditorio.
Una de las señas de identidad de este festival, que fue pionero en España y cumple 37 ediciones, ha sido el estreno de obras —algunas por encargo—, las recuperaciones históricas o reestrenos en tiempos modernos y el redescubrimiento de los compositores leoneses, tan numerosos como los escritores y artistas que ha dado esta provincia, pero mucho menos conocidos.
La única ‘espina’ de esta edición es la ausencia de Pepe Romero, leyenda viva y uno de los grandes guitarristas de todos los tiempos, con 73 años de carrera, que por razones familiares ha tenido que viajar a California y no estará esta noche en el Auditorio junto a la Sinfónica de Castilla y León.
El festival que dirige Miguel Fernández Llamazares ha ofrecido al público diez estrenos mundiales y seis reestrenos, muchos de ellos de autores leoneses. En sus 37 ediciones, el festival ha estrenado la friolera de 135 obras.
En la presentación del programa, Fernández Llamazares admitió la dificultad que supone mantener la calidad año tras año. La clave, confesó, es que «siempre pensamos en el público».
Ensemble Les Valls, Cuarteto Novecento, la Orquesta de Cámara Ibérica, la Sinfónica del Principado de Asturias, el pianista Héctor Sánchez Ruiz, el dúo Carlos Cano-Hernán Milla, la soprano Paloma Fridhoff y el guitarrista Pablo Rioja, las bandas de música de Astorga y Oviedo y la Sinfónica de Castilla y León han estrenado obras de Raquel Rodríguez (Armageddon y En el corazón de la tierra), Julio Aller (La piedra de las tormentas , Jesús A. Rodríguez Recio (Botones de arriba abajo. Tres paisajes con melodía), María José Cordero (A tres poetas leoneses) y Lorenzo Palomo (Nocturno y danza).
Otro acierto ha sido el ciclo Compositores Leoneses, que, a modo de extensión en la provincia del Festival de Música Española y auspiciado por el Instituto Leonés de Cultura (ILC), ha llegado a once localidades, que también han podido disfrutar de ocho estrenos absolutos de autores leoneses. Además, se han recuperado dos manuscritos del maestro astorgano de la Generación de la República Evaristo Fernández Blanco; y el primer cuarteto de cuerda del leonés Rogelio Villar, la Suite Romántica, obra fechada en 1907 e impregnada de folclore leonés.
El programa ha incluido el estreno de dos documentales, Tiempo de zarzuela, de Cristina Otero Roth; y El amor y la muerte, documental sobre Enrique Granados, de Arantxa Aguirre.
Otra cifra del festival es el presupuesto, que esta edición ha ascendido a 90.000 euros, para los conciertos de la capital leonesa, que se han repartido entre el Auditorio Ciudad de León y el Ángel Barja —a 12 y 6 euros las entradas, respectivamente—; y otros 20.000 euros que aporta el ILC para los recitales que programados en once localidades de la provincia — todos gratuitos—.