Un extraño en libertad en el Musac
Queda un mes para que Ai Wewei descargue su talento en el Musac en una de las exposiciones más importantes del año artístico en España. Creador libre, original, outsider de todo, artista protesta, trae a León ‘Ai Weiwei. Don Quixote’. Una de sus obras, ‘The Third of May’ (2023), una inédita creada para León
Rodríguez Fominaya
A partir del 9 de noviembre el Musac será territorio Ai Weiwei en una de las exposiciones más esperadas del año, un terremoto artístico con réplicas a nivel internacional, porque si el artista de origen chino requiere una larga lista de definiciones la de irrepetible creador que no deja indiferente, que interpela o remueve intencionadamente, hace que sus movimientos se sigan con interés. Si el mismo Weiwei se califica de outsider, errante, extranjero, al menos durante un tiempo tendrá en León en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León una particular casa con invitados en forma de público para respirar su arte. El Musac, con Álvaro Rodríguez Fominaya, su director, a la cabeza y todo el equipo, preparan este acontecimiento para el que ya quedan dos días menos de un mes.
Ai Weiwei. Don Quixote es arte y tiempo. Una extensa muestra que reúne grandes instalaciones, una selección de obras realizadas con bloques de Lego y películas creadas, durante las dos últimas décadas. Es arte y activismo político en manos y mente de Ai Weiwei (Pekín, China, 1957). Y podrá visitarse hasta el 18 de mayo de 2025. El proyecto, comisariado por Álvaro Rodríguez Fominaya, ha sido diseñado junto al artista en exclusiva para el museo leonés, el único centro en el que podrá verse.
La infancia como origen
Desde el propio Musac se explica que para encontrar el origen de Don Quixote es necesario retroceder hasta la infancia de Ai Weiwei. El padre del artista, el poeta Ai Quing, tuvo entre sus libros la obra maestra de Cervantes, que Ai recuerda por su bella portada e ilustraciones y la breve introducción a la historia que su padre le hizo. Viviendo en los desiertos remotos de Xinjiang, donde su padre había sido deportado, la extravagante pareja formada por Don Quijote y Sancho Panza despertó su imaginación infantil y le reveló que se podía concebir todo un mundo de fantasía, más allá de la doctrina maoísta que dictaba que todo se ajustase a la lógica y la racionalidad. « Don Quixote no se ha concebido como una retrospectiva. Aún así, se abordan las temáticas centrales de su trabajo: la libertad de expresión, las crisis migratorias y la defensa de los derechos humanos. Además, casi todas sus grandes series están representadas en la muestra, en un arco cronológico que va desde 2008 hasta 2023», explica Álvaro Rodríguez Fominaya.
Extensa y ambiciosa
Y también se sabe ya que la exposición destaca por sus dimensiones. Se trata de una de las más extensas y ambiciosas del artista y disidente chino. Ha sido concebida especialmente para las salas del Musac, que por su tamaño permiten albergar algunas de las obras más monumentales de Ai Weiwei, imposibles de exponer en otros museos. Incluye 44 obras entre instalaciones, cuadros de ladrillos de construcción de juguete, esculturas, videos y películas. Ocupa unos 1.700 metros cuadrados, más de la mitad del espacio expositivo del museo.
2.400 kilómetros de Pekín
Cada sala está pensada de forma inmersiva, con una piel que generan obras en formato de papel pintado de suelo a techo, con más de seis metros de altura. A esto se suman 10 películas que resumen la obra de Ai Weiwei en cine y videoarte, desde el documental Marea humana (2017) hasta el vídeo Beijing 2003 (2003), con 150 horas de duración y que recorre los 2.400 kilómetros de las calles de Pekín, grabadas desde una furgoneta en movimiento.
Cuadro inédito para león
Ai Weiwei. Don Quixote presenta obras como The Third of May (2023), un gran cuadro inédito, producido específicamente para esta muestra, que versiona la obra de Goya El tres de mayo en Madrid. «Vi en estas imágenes algo que me resultaba familiar, especialmente en la escena inolvidable de los insurgentes españoles siendo ejecutados: una poderosa representación que conmemora la resistencia española al ejército de Napoleón», explica Ai Weiwei sobre esta pieza.