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Ovejero: «¿El futuro fue ayer?»

El festival Quimeras mantendrá en Astorga un encuentro sobre Pereira

Natalia Álvarez y José Ovejero. DL

Publicado por
C. R.
León

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El Festival Internacional de Ficción Insólita Quimeras ofrece hoy la proyección, a las 20.00 horas, en el Teatro El Albéitar, de la película La noche del demonio (1957), de Jacques Tourner. A las 20.00 horas, la Biblioteca de Astorga acogerá un encuentro sobre Antonio Pereira titulado Fabulaciones fantásticas.

¿El futuro fue ayer? Se preguntó ayer el escritor José Ovejero en el Festival Quimeras, con el objetivo de acercarse a la vertiente más distópica del mundo, de un mundo que el propio Hamlet acotaba como «fuera de quicio». «Estoy hablando del presente», nos recuerda, porque el futuro nos habla también del presente. Natalia Álvarez Méndez, comisaria del festival y moderadora del coloquio con el autor, ha asegurado que su poética se inscribe en «una suerte de realismo que ofrece nuestras zonas de sombra desde una narración innovadora, a contracorriente, que hibrida estilos, que escapa de lugares comunes, canónicos». «Hemos ido aprendiendo que sí puede que la realidad exista, pero no es directamente accesible, y no es directamente representable», reconoce Ovejero. Citando a Stendhal, que afirmaba que «la novela es un espejo que paseamos por un camino», Ovejero huye de estos moldes para retratar «un espejo mediado, un espejo cuya construcción depende de quien decida transitar a través de él». «Nos sumergimos, así, en un realismo peculiar en el que hay algo que parece no encajar», asevera. Pretende, con su prosa, hacernos repensar nuestro mundo natural con el que establece una relación que el propio autor reconoce que «no enfoco como idílica». Ovejero insiste en que «el proceso de la civilización es un proceso de escapar a la tiranía de lo natural. Lo natural nos destruye. La lucha por la supervivencia es feroz en el mundo de lo natural». En esta línea, y ya que se ha relacionado su prosa con lo distópico, el escritor afirma que realiza un proceso de suma de «cosas que ya están sucediendo», a través de la condensación, para generar «la sensación de distópico».