UNA CABEZA QUE HA IDO DE CABEZA
El ‘Marco Aurelio’ emparedado y robado reaparece en Arpa
El busto romano de Quintana del Marco depositado en el Museo de León desde hace una década será presentado en Valladolid el sábado tras una reciente restauración
El ‘Marco Aurelio’ de Quintana del Marco ha tenido más vidas que un gato. Se trata de un busto de mármol con varias identidades y una turbulenta historia. Algunos expertos defienden que se trata, con toda probabilidad, del dueño de la villa romana ubicada en Los Villares. Una escultura del siglo II --y no del IV como se creyó durante mucho tiempo--, literalmente emparedada en el siglo XVIII en la espadaña de la iglesia de Quintana del Marco, donde se camufló como si fuera san Pedro. La cabeza, que se preserva desde hace más de una década en el Museo de León, reaparecerá en la feria Arpa de Turismo Cultural, que abre hoy sus puertas en Valladolid. Este sábado, a las 11.00 horas, se presentará, como si fuera una estrella, el ‘Busto romano togado’ --como se anuncia en el programa--, tras una reciente restauración.
La cabeza desaparecía misteriosamente el 9 de febrero de 2013. Fue un robo ‘de altura’. Los ladrones tuvieron que colgarse de arneses para desmontarlo de la fachada y arrancarlo con pericia a altas horas de la madrugada. En la iglesia solo quedó parte del torso, que cuando se colocó en la espadaña hace tres siglos ya estaba separado de la cabeza. Cinco meses después, la Guardia Civil localizaba en el maletero de un coche, en Córdoba, a ‘Marco Aurelio’, a punto de ser vendido por 80.000 euros. En un espectacular despliegue en el que participaron más de un centenar de agentes, se registraron siete domicilios de la localidad sevillana de Alcolea del Río y seis personas fueron detenidas. El Obispado de Astorga y el Museo de León se enzarzaron entonces en un litigio para reclamar la propiedad del busto. Finalmente, el juzgado dio la razón al segundo y la pieza fue depositada en el museo ubicado en el edificio Pallarés. Mientras tanto, el Ayuntamiento de Quintana del Marco pidió su devolución a la localidad y, aunque desistió de reintegrarlo en la iglesia, lanzó la idea de crear un museo con el ‘falso emperador’ y otras piezas destacadas de la mansio de Los Villares, de donde procede igualmente el conocido mosaico Hila y Las Ninfas.
Saqueo y desidia
Los Villares ha sido víctima del abandono y la rapiña. El enclave jamás ha sido excavado en profundidad, pese a que el subsuelo esconde uno de los palacios romanos más importantes de toda la provincia. Únicamente ha habido hallazgos fortuitos y un saqueo consentido. Tras el robo del busto, el yacimiento ingresó, por sobrados méritos, en la vergonzante Lista Roja del Patrimonio en riesgo de desaparecer que elabora la asociación Hispania Nostra. Algunos mosaicos de esta villa romana se encuentran repartidos por La Bañeza, León, Madrid, Astorga e, incluso, Nueva York. Por si fuera poco, la concentración parcelaria acabó con los escasos restos visibles, que durante décadas estuvieron cubiertos por montañas de estiércol, pese a que el yacimiento arqueológico es Bien de Interés Cultural (BIC). El mosaico Hilas y las Ninfas es una de las pocas joyas de la villa romana que se salvó y uno de los tesoros del Museo de León. Mide 167 por 157 centímetros, pero, al parecer, no se extrajo completo, sino que fue cortado. Lo depositó en el museo Darío de la Mata en 1925, seis años después de que el Estado hubiera ofrecido comprarlo por 21.000 pesetas. El benefactor se colocó otro mosaico en su casa de La Bañeza. El busto de ‘Marco Aurelio’ es uno de los tres localizados en la villa que no acabó en un anticuario.