La artista leonesa Rut Villamagna arma a 'Gladiator II'

Aparece en los títulos de crédito de Gladiator. La leonesa Rut Villamagna ha dado color a la superproducción de Ridley Scott, la segunda entrega de una película que hace 24 años lanzó las carreras de Russel Crowe y Joaquin Phoenix. Un filme con una puesta en escena espectacular, gracias, en parte, al trabajo del equipo de pintura de atrrezzo, del que formó parte Villamagna durante ocho meses. Los fastuosos tronos de los emperadores son, en realidad, de madera, pero la artista leonesa les dio apariencia de granito y oro. Su mano está detrás de muchas de las estatuas y pedestales de mármol, bronce y metal que recrean la capital del Imperio Romano. También trabajó en los escudos de gladiadores, carros de madera, todo el mobiliario del palacio: mesas, sillas, lámparas, estanterías e, incluso, pieles de animales. La lista parece interminable: monedas, arcones y baúles, tambores e instrumentos musicales falsos o los estandartes dorados del ejército romano. Decenas de elementos y detalles para una cinta épica en todos los sentidos.

«Algo poco habitual que me tocó pintar fue la tela del traje del mono de uno de los emperadores», dice. Además, recreó muchos de los elementos que adornan el circo romano. «Lo construimos y pintamos en Londres y luego lo enviamos a Malta, donde se rodó todo, hasta que en agosto del año pasado empezó la huelga de actores del sindicato de Hollywood. Entonces se paró el rodaje y tuvimos que terminar lo que teníamos pendiente y empaquetar nuestras cosas. Estuvimos alrededor de cuatro meses esperando a que nos volvieran a llamar para terminar lo que quedaba».

Pese al trabajo colosal, para Villamagna, que hace años cambió el periodismo por el cine, «fue una experiencia muy gratificante, porque hacía tiempo que no pintaba tanto mármol falso y me gustó mucho. Son películas como esta las que nos permiten a los pintores escénicos poder practicar ese pequeño arte del engaño con los acabados más clásicos como los que encuentras en un palacio romano».

El veterano actor Denzel Washington, que interpreta a Macrino, un villano ebrio de poder, aseguró que la puesta en escena era descomunal. «Estar en el plató con miles de soldados con trajes espectaculares y espadas y escudos de colores brillantes y caballos por doquier hizo que todo aquello me pareciera algo más que una película», aseguró el actor.

En esta segunda entrega, la historia se desarrolla quince años después de la muerte de Máximo Decimo Meridio (Russel Crowe) en la batalla con el emperador Commodo (Joaquin Phoenix), cuya muerte garantiza la seguridad de Lucius, el hijo de Lucilla (Connie Nielsen) y nieto del emperador Marco Aurelio. Pero Roma ha caído en estos tres lustros en una espiral de violencia y de caos que le sirven de perfecto escenario al realizador para situar su historia, estructurada de forma casi idéntica a la del primer Gladiator.

Villamagna, capaz de enfrentarse con cualquier superhéroe --sin ella los guerreros de Star Wars o las criaturas de Tim Burton no tendrían el mismo color--, conoció a Ridley Scott y al protagonista de Gladiator, Paul Mescal, en un pase especial de la película, hace un par de semanas, en Leicester Square, en Londres. Villamagna trabaja desde hace años en la capital británica, donde tiene un estudio. «Cuando me llaman de una película me muevo a los estudios de cine, donde me preparan el lugar de trabajo, normalmente un taller bastante grande, para que trabajemos muy cerca de los platós».

Ha trabajado para cintas como Batman, Maléfica, Thor, Muppets, El gran hotel Budapest o Black y la saga de Star Wars. Una larga lista de grandes superproducciones.

Próximos proyectos

Gladiator no es la única superproducción en la que ha estado embarcada últimamente. El 25 de diciembre se estrenará la esperada tercera entrega de Sonic, donde la mano de la artista leonesa está en los «elementos flexibles» del traje de Jim Carrey. El próximo año se estrenará Mickey 17, donde pintó los elementos de atrezzo y ambientó los sets en los platós de la Warner Bros en Londres. Detrás de esta superproducción está el director coreano Bong Joon-ho, que arrasó en los Oscar de 2019 con la película Parásitos. También ha trabajado en una película con Ryan Gosling de la que no puede desvelar datos, aunque «huele» ya a taquillazo.