La literatura recupera a las víctimas de Pinochet

Los desaparecidos durante la dictadura en Chile dejan de ser una foto descolorida en la solapa y recobran la dimensión de personas reales en un trabajo literario que busca recuperar para la memoria de un país amnésico sobre las víctimas de Augusto Pinochet. Las Historias que podemos contar se titula un libro que la editorial Cuarto Propio lanzó al terminar 2002, con 22 semblanzas, anécdotas y descripciones de desaparecidos y 21 relatos de ficción, basados también en víctimas de la dictadura chilena (1973-1990). El título del libro, que será el primero de una serie, corresponde al nombre de un taller literario en el que desde hace unos años se reúnen a contar historias familiares y amigos de las víctimas, con el respaldo de un grupo de escritores. El taller funciona al amparo de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, formada por supervivientes del más siniestro centro de torturas que tuvo el régimen militar: la Villa Grimaldi, último lugar en que fueron vistos más de 300 desaparecidos. Algunos de los relatos están escritos por los propios familiares, adiestrados en las sesiones del taller que, además, han constituido sido para muchos una terapia ante el drama que han tenido que vivir. También, de cierto modo, un reencuentro con el ser querido que desapareció, al cabo de casi 30 años de inútil búsqueda frente a un sistema judicial sordo e ineficaz, a un Estado indiferente y a unos torturadores y asesinos que jamás han respondido la pregunta ¿«Dónde están?, que ha lacerado por décadas el alma de los familiares. Con estos relatos los desaparecidos dejan de ser la foto descolorida que los familiares llevan en la solapa.