Un decisivo puntal del emporio «Planeta»
El emporio editorial Planeta no sería el que hoy conocemos si no se hubieran cruzado los destinos del escritor gerundense José María Gironella, del editor sevillano José Manuel Lara Hernández y de la esposa de éste, la ampurdanesa María Teresa Bosch. La ascendente carrera editorial de Lara se afianzó tras sus tambaleantes inicios con la publicación a mediados de los cincuenta de Los cipreses creen en Dios, primer entrega de un gran fresco sobre la conflagración civil. Sería el primer e inopinado best-seller del canijo mundo editorial español, reeditado sin descanso hasta hoy y del que se han vendido más de seis millones de ejemplares. Todo gracias al empeño de María Teresa Bosch. Gironella se había hecho antes de protagonizar este fenómeno cierto nombre en el panorama editorial española adjudicándose el Nadal en 1946 con Un hombre, tal como le había prometido a su esposa Magdalena Castañer. No llegó a vender más de 800 ejemplares. Su consagración llegaría en 1953 con la publicación de Los cipreses creen en Dios, primera parte de una trilogía que Gironella iba a dedicar a la guerra civil tomando como base su propia experiencia y aplicándola en la ficción a la familia Alvear. Vergés, su primer editor en Destino no tuvo el valor y el olfato que demostró José Manuel Lara, su definitivo editor, al aceptar un mamotreto de más de 900 páginas dedicado ni más ni menos que a la guerra civil para una editorial que tenía entonces tres empleados. Aunque el verdadero mérito fue de María Teresa Bosch, la esposa de Lara, ampurdanesa como Gironella, primera lectora del manuscrito y que impelió a Lara a firmar un contrato de publicación con Gironella. «Pepe, con este libro saldaremos nuestras deudas», le había dicho a su esposo la misma madrugada que concluía la lectura en el hotel Ritz de Madrid. Asi sería. Gironella tenía entonces 33 años y estaba sumido en una profunda depresión que le impidió disfrutar de las mieles del éxito que tanto ansiaba y que arrastraría cíclicamente toda su vida con bastantes altibajos.