Andrés Trapiello: «Las reglas sólo están para saltárselas»

Andrés Trapiello está convencido de que los asesinatos perfectos no existen. Sí se dan, según el autor, los no resueltos o los mal hechos, y para ello pone como ejemplo las artimañas utilizadas por el presidente de Estados Unidos, George Bush, para convencer de la necesidad de una intervención armada en Irak. «Bush cree que puede perpetrar el crimen perfecto con pruebas chapuceras», dijo ayer en la presentación de su último libro, Los amigos del crimen perfecto, ganador del Premio Nadal 2003 y que Destino ha puesto a la venta con 50.000 ejemplares. Y es que Trapiello sabe mucho de género negro y en Los amigos del crimen perfecto, donde narra la historia de un grupo de personas amantes de las «noveluchas» de quiosco, que sueñan con dar con el asesinato perfecto y la realidad les sobrepasa con un crimen real, así lo demuestra. «No sé si es una novela negra, roja, rosa o amarilla, el color es lo que menos importa, lo que importa es que se lea», dijo el autor, que estuvo acompañado por el escritor David Torres -finalista del Nadal 2003 con El gran silencio-. «Las novelas negras de hoy son las de caballerías de nuestro tiempo», explicó. Así, el protagonista de este libro, Paco Cortés, es para Trapiello «como un Quijote». «Cree saber quién es, pero tiene poca idea de sí mismo y busca una vida que no tiene, como los héroes de las novelas policíacas clásicas», afirmó el también autor de El buque fantasma, Clásicos de traje gris o Días y noches, entre otras obras. «El novelista de género negro plantea el camino de la matemática, pero también otro más imperfecto: el de la vida». Y si el decálogo de todo autor de novelas policíacas exige seguir ciertas pautas, Trapiello cree que no son necesarias. «En las novelas que a mí me interesan me interesa el camino que lleva del muerto al criminal, y no sólo estos dos personajes», dijo el autor leonés, que rinde homenaje con este libro a las novelas de quiosco, «esos libros que cambian nuestra vida, por menos de dos euros». «Las reglas están para saltárselas», prosiguió Trapiello, quien también se permite la licencia en su libro de incluir dos historias de amor, numerosas descripciones y diálogos, algo a lo que suele renunciarse en las novelas de género. Pero además de una trama policíaca, en Los amigos del crimen, Andrés Trapiello hace bastantes alusiones políticas, que se ven fuertemente apoyadas por la época en la que ambienta su novela: el 23-F. «El escenario del crimen comienza el 23-F y todo el libro abarca una situación histórica que todos recordamos», agregó el escritor de Manzaneda de Torío, quien ha querido dejar relucir en su libro valores como la decencia, entendida ésta como «muestra de perdón y misericordia», según afirmó el propio autor.