Critican la postura de la Xunta y piden la dimisión del conselleiro Pérez Varela
Los artistas gallegos exigen que los Premios Max se celebren en Santiago
La Asociación de Actores, Directores y Técnicos de Escena de Galicia (AADTEG), que agrupa a profesionales y artistas teatrales, «exigieron» ayer a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) que como «algo simbólico» a favor de la libertad de expresión celebre «como estaba previsto» la gala de los Premios Max en Santiago. Además, «repudiaron» la política que realiza el Gobierno gallego en el ámbito de las artes escénicas. El Teatro Principal de Santiago congregó ayer a este grupo de profesionales, que criticó no sólo la retirada del patrocinio por parte de la Xunta a la gala de los Premios Max, sino «la campaña de acoso y derribo al cómico protestón y díscolo», según enunció el presidente de la asociación y actor, Cándido Pazó. El presidente de AADTEG calificó lo ocurrido con los Premios Max como «un episodio» de la «campaña de acoso y represalia» que existe contra la gente de la escena y de la cultura. Pazó aludió al distinto concepto sobre la democracia que tienen «algunos políticos» y la gente del teatro. Así, recordó que frases como «la política para los políticos y el teatro para los cómicos» no son compartidas porque, aclaró, «el Parlamento pertenece a los políticos y el escenario a los cómicos, pero en el patio de butacas están los ciudadanos y, entre ellos, también los cómicos». Reivindicó que «el conflicto y el debate permite avanzar en la democracia» y recordó que «los cómicos» cumplen desde sus orígenes el papel de «portavoces de su tiempo y lugar». Así, el presidente de la asociación que agrupa a profesión teatral gallega expresó la «protesta» de este colectivo hacia el «concepto clientelar y utilitarista del poder» respecto a las artes escénicas. Sobre la gala de los Premios Max, Cándido Pazó recordó que el conselleiro de Cultura, Jesús Pérez Varela, primero presumió de lo que significaría para Galicia y después «dieron marcha atrás porque le vieron las orejas al lobo de la libertad de expresión». Así, a la hora de exigir responsabilidades, la profesión teatral gallega pidió la dimisión del conselleiro.