George Clooney contra Bush

Un fuerte catarro impidió al actor George Clooney visitar España la semana pasada, donde debería haber llegado desde Berlín para promocionar Solaris, una historia de amor con trasfondo de ciencia ficción dirigido por Steven Soderberg, que llegó a las salas comerciales nacionales el pasado fin de semana. Pero el popular intérprete no quería dejar de visitar Madrid, la primera ciudad que conoció de Europa, y presentar un filme del que se siente «muy orgulloso» y hablar con la prensa de su primer trabajo como director, Confesiones de una mente peligrosa. Durante una concurrida rueda de prensa, Clooney, que acaba de romperse el tendón de Aquiles jugando al baloncesto, respondió con gran sentido del humor a las más disparatadas preguntas sobre desnudos en la gran pantalla, relaciones sentimentales o su cerdo Max. Pero también hubo momentos para ponerse serio y ser crítico con su Gobierno, los medios de comunicación y cierta forma de hacer cine en Hollywood. «Es difícil, como americano, venir a un país extranjero y hablar de mi país, porque yo soy patriótico y eso se puede malentender. Mi deber patriótico hace que cuestione las decisiones de mi Gobierno, por eso es inaceptable que se piense que estar en contra de Bush es estar a favor de Sadam», dijo Clooney en relación con la posible guerra contra Irak. En esta misma línea, quiso dejar bien claro que, en su opinión, «hay que recorrer mucho camino antes de matar a la gente». «Estas prisas que hay ahora van a provocar tres cosas: mucho daño a la gente, que Estados Unidos se gane mucho enemigos y provocar una guerra santa», añadió Clooney, quien, sin embargo, indicó que, ante las numerosas manifestaciones que se han celebrado en todo el mundo, se siente «orgulloso de ser un ser humano». Asimismo, afirmó que en Estados Unidos, «aunque no lo parezca», matizó, pasa lo mismo que en España, «donde la mayor parte de la gente está en contra de la guerra, al contrario que la administración». «El 65 por ciento de la población está en contra». «Hace unos dos días Bush se levantó y dijo que le parecía bien que la gente diera su opinión, pero antes no era así; o estabas con ellos o con el enemigo», afirmó Clooney.