Cine español en Hollywood

El cine español disfruta de «su momento» en Hollywood con el comienzo ayer de la muestra que anualmente le dedica la Filmoteca de Los Angeles. Se trata de una convocatoria que cumple este año su décima edición. Son tres semanas de proyecciones en las que la filmografía española se da a conocer en el corazón de Hollywood. «Es fantástico estar aquí porque da la oportunidad de que la industria estadounidense vea nuestras películas», refrendó el director Alex de la Iglesia, que durante esta serie presenta su último largometraje, 800 balas. El ya es veterano en esta muestra, como lo son sus compañeros de expedición Fernando León de Aranoa con Los lunes al sol, Fernando Trueba con El embrujo de Shanghai, Imanol Uribe con El viaje de Carol y Goya Toledo, parte del reparto de La caja 507, de Enrique Urbizu. Como subraya Pilar Torre, subdirectora general del Instituto del Cine español, que organiza la muestra junto con la Sociedad General de Autores y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, se trata de una serie de proyecciones cada vez más conocida «donde se consigue el objetivo de que nuestras películas se vean». «Además cada vez hay mayor integración con el Mercado del Cine Americano», subraya en referencia a la principal reunión de compraventa cinematográfica en Estados Unidos, que se celebra del 19 al 26 de este mes en Santa Mónica, cerca de Los Angeles. Como refrenda De la Iglesia, la muestra «hace posible que los potenciales compradores vean la película con gente y en el Egyptian, uno de los mejores cines del mundo», algo que espera que facilite la venta de su cinta en Estados Unidos, como ocurrió con El día de la bestia (1995) y Perdita Durango (1997). Trueba prefiere centrar su interés en el público que asiste a estas jornadas, que suelen estar unidas al cartel de «no hay localidades». «Es una cosa modesta, más para el público que para la industria, pero hablamos de una audiencia muy interesante, formada principalmente por la comunidad hispana, y no hay que abandonarlos, hay que mantener la ilusión de esta gente», recalca el realizador. Eso sí, sólo serán una o dos proyecciones de cada cinta porque en la mayoría de los casos las películas no están vendidas en el mercado estadounidense y los productores no quieren «quemarlas» antes de su estreno. Pero, como recuerda Trueba, la presencia este año de hispanos dentro de las candidaturas al Oscar, es una clara muestra de «lo que significa este público, de que su importancia cada vez irá a más». «El cine de los grandes estudios es malo en su mayoría y la gente de la Academia (de Hollywood) ha mostrado su descontento buscando otras alternativas y otro cine», explicó Trueba en referencia a esta presencia hispana en los Oscar.