David Simón: «En el arte, o sigues la última tendencia o eres excluido»

Todas las personas que franqueen, durante este mes, el umbral de la tienda de cómics Elektra, situada en la calle Comandante Zorita, en León, se van a topar con un extraordinario despliegue de color en forma de una colección de cuadros pertenecientes al joven artista leonés David Simón. La muestra revela la combinación y mezcla de muchas y muy diferentes influencias artísticas, así como el talento innato y el trabajo creador de un jovencísimo pintor que intenta abrirse camino a través del siempre complicado mundo de las artes plásticas. David Simón nos cuenta cómo aprendió «el manejo de la técnica» con la pintora Margarita Román. Gracias a sus consejos, pudo empezar a dominar «el color y el volumen en el óleo, los claroscuros, la mezcla de técnicas, etc»; a partir de ahí se dispuso a trabajar por su cuenta, a elaborar su «propia idea creativa». ¿Y qué idea es ésta que ahora presenta ante el público? Pues se trata, ante todo, de una propuesta tremendamente imaginativa y de poderoso efecto de sugestión, que introduce a quien la contempla en un mundo de colores vívidos y potentes que se combinan con acierto hasta conformar escenas de gran fuerza artística. Además, la elección de los motivos, entresacados de la realidad más cotidiana -a los que se les dota de una categoría superior y de una dignidad insólita- ayuda a hacer bien palpable la magia que subyace a toda la realidad visible, si que ésta se contempla con la sensibilidad adecuada. Estas obras sólo son posibles gracias a la técnica empleada por su autor: sobre una base de madera de pino emplea el acrílico (no hay óleos en la muestra) y traza formas y líneas de separación entre unos y otros motivos con una gubia, creando límites marcados que, junto al empleo de colores «vivos, fuertes y cálidos», como él dice, proporcionan ese contraste y esa fuerza compositiva tan característica de sus cuadros. David Simón cuenta que saca sus ideas del día a día, de objetos reales o también de cuadros célebres que le inspiran para la elaboración de nuevas obras. Pero David Simón, pese a que ya ha expuesto en algunas salas y haber ganado diversos premios, ve difícil el hecho de introducirse en el engranaje profesional de la pintura: «En las galerías, siempre te piden el currículum antes de ver la obra -comenta-, incluso te piden dinero. Estás siempre a expensas de cuándo o dónde quieran mostrar tu obra». Nota que «o sigues la última tendencia, o te excluyen»; en el arte «hay sitio para todos», pero hoy se empeñan «en cuadricularlo». Ante ello, Simón se empeña en defender su propio estilo.