Luis Mateo Díez: «Todos tenemos un pasado campesino»

El espíritu de Celama, ese Páramo batido por todos los vientos y ajeno a todos los futuros, recorrió ayer como una presencia antigua el Club de Prensa Diario de León durante el acto de presentación de El reino de Celama, volumen que compendia y unifica los tres libros que hasta la fecha ha escrito Luis Mateo Díez sobre ese imaginario territorio. Bien escoltado por una nutrida representación de profesores y estudiosos de su obra (Nicolás Miñambres, José Carlos Boixo, José Enrique Martínez), y con la compañía del director de Diario de León, Fernando Aller, y del coordinador del suplemento literario Filandón de este periódico, Alfonso García, el acto transcurrió en un ambiente familiar, de doméstica emotividad, quizá por encontrarse el autor en su tierra natal, la que ha sido, durante años, el germen de tanta materia literaria como Mateo Díez ha sido capaz de poner a disposición de los lectores. De «foro abierto a actos eminentemente culturales» calificó Fernando Aller este espacio de encuentro y debate en el que se desarrolló el acto, y de hecho, las primeras palabras de Mateo Díez, después de una descripción del carácter, los rasgos y el alcance de las letras del autor lacianiego, a cargo de los profesores antes mencionados, fueron precisamente para el Club de Prensa y el suplemento literario del periódico. Al primero lo llamó «espléndido conducto de comunicación entre el periódico y sus lectores», y del segundo, dijo que es «un encuentro de raíz honda con el mundo editorial». «Libre, comprometido» y «con criterio» el Filandón no es sino «la cultura literaria de esta tierra». Por lo tanto, celebró la ya veterana trayectoria de este suplemento (lleva veinte años fiel a su cita de los domingos) y comentó que una edición facsímil de todos los Filandones constituiría todo un «reencuentro con el pasado». No dudó, pues, en afirmar que este suplemento «es el de mayor prestigio de toda España». También alabó la preocupación de este medio por su «sensibilidad» «hacia la cultura de nuestra tierra». Mateo Díez también se refirió, seguidamente, y con satisfacción, «al censo bien interesante de escritores de esta tierra» que desarrollan actualmente su labor, aunque también manifestó su opinión de que son los escritores jóvenes «son los más interesantes». ¿Qué es Celama? El escritor y académico leonés dijo que Celama «es una metáfora, un mito, un sueño personal y un proyecto literario» que comenzó hace seis o siete años, pero cuya idea «venía de mucho tiempo atrás». Los acontecimientos, paisajes, impresiones y personajes presentes en el libro provienen «de mi propia experiencia y de mi propia memoria», afirmó, en referencia a los veranos que, en compañía de su familia, pasó en la comarca del Páramo leonés. Un territorio real del que Mateo Díez partió para llegar a un «territorio de la imaginación». El autor dijo que este campo abierto a la creación posee «características similares» a la tierra leonesa, pero sin identificación alguna; y siempre «sustituyendo lo histórico por lo legendario». Por eso, Mateo Díez se apresuró a deslindar el futuro abierto y prometedor del Páramo real con su Celama particular, «extremada» en su olvido y en su pobreza secular. Luis Mateo Díez accedió al núcleo de ese «coto» literario que es Celama cuando habló de la que, quizá, sea una de sus lectura de mayor calado: la que nos alerta de la desaparición de las culturas rurales: el trabajo caracteriza a los anómimos personajes de esta novela, les dota de sentido, «luchan por la dignidad de ser lo que son», porque «Todos tenemos un pasado campesino», resumió. El «honroso sufrimiento de nuestros antepasados» es, precisamente, lo que dota de valor a los habitantes de Celama.