Diario de León

ROCÍO MADRID ACTRIZ

«Entre Javier Sardá y yo hay buena química»

Es la única mujer del equipo diario de «Crónicas marcianas» y ha llevado al programa de Telecinco la chispa del sur. Esta malagueña de 24 años quería ser actriz y empezó a buscarse la vida muy pronto con pequeños papeles de

La actriz y presentadora de «Crónicas Marcianas», Rocío Madrid

La actriz y presentadora de «Crónicas Marcianas», Rocío Madrid

Publicado por
Mercedes Rodríguez - MADRID.
León

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-Del canal de «Operación Triunfo» a «Crónicas marcianas» ha sido un salto casi meteórico. ¿Cómo lo ha conseguido? -Llevo preparándome desde los 18 años que me fui a Madrid a estudiar Arte Dramático, pero, a la vez, me presentaba a muchos «casting». He hecho de modelo, actriz, presentadora. Pero mi base fundamental es la de actriz, porque es lo que he estudiado. En Málaga estuve trabajando en un canal local durante varios años y desde allí mande mi currículum para el canal de OT. Nos presentamos 15.000 personas para este puesto. Y después me llamó Sardá. Él buscaba una persona que comentase en el programa el desarrollo de OT y, a poder ser, que fuera andaluz, para que le diese chispa. Fue suerte y casualidad. -Por ahora, la vida parece que le está tratando muy bien... -Tampoco creas. Ahora todo se ve superbonito, pero con 18 años yo cogí la maleta y me fui de casa. Mis padres me dijeron que daban un dinero y cuando se me agotase volviera a casa. Yo tenía mucho miedo y quería que se terminase el dinero pronto. Me fui a la aventura. Llevo muchísimo batallado. Trabajé como modelo, que me parece muy bonito pero no me llenaba; fui azafata... A mí nada me ha venido caído del cielo. Yo creo que en la vida las cosas suceden cuando se cruzan la preparación y la oportunidad. -En pantalla da la impresión de que es muy alegre, ¿es así? -Sí. Me considero una persona normal, a quien no le afecta la repercusión que tiene mi trabajo. Yo no estoy trabajando en esto para ser conocida, sino que la popularidad es una circunstancia de mi trabajo. Me gusta conectar con el público, que se lo pasen bien. Cuando tengo un problema, soy muy práctica, si tiene una solución voy rápidamente a por ella. No me ando con rodeos ni me recreo en los problemas. Tengo claro lo que quiero y me encuentro segura de mí. -¿La belleza es un arma? -¿Por qué no?. El físico forma parte de la persona, pero puede convertirse en un arma de doble filo, porque también tienes que demostrar que hay algo más que un aspecto más o menos agradable. El tópico de guapa y tonta está pasado de moda, hoy por hoy queda demostrado por muchísimas profesionales que no existe. Se puede ser muy guapa, inteligente y simpática como fea y tonta. Pero tampoco me considero nada del otro mundo. -¿Es coqueta? -Sí, la coquetería forma parte de la mujer. Me gusta serlo y disfruto con ello. Me encanta ir de compras y que me maquillen. -¿Entre Sardá y usted no hay un guiño de coquetería? -Bueno, sí, pero más que coquetería es feeling. Cuando trabajas con una persona con la que hay compenetración y buena química, eso se ve. La cámara no engaña, lo capta todo. Allí se disfruta de verdad y si Crónicas lleva tantos años siendo el número uno en su horario es por eso, porque nos lo pasamos bien y se transmite ese ánimo al público. Y entre Sardá y yo hay un buen ritmo de trabajo, como con Boris. Eso es lo que hay, nada más. ¿Atracción? No, forma parte del rol que tenemos y de la sintonía. En el programa somos como una familia. Sardá es una persona sencilla, que disfruta con su trabajo y que cuida a su equipo. Cada noche cenamos todos juntos y nos reímos mucho. -¿Cómo se desenvuelve entre tantos hombres? -Como todo en la vida, tiene sus pros y sus contras. Soy la única chica, me miman, me dicen piropos y me protegen todos, porque, además de ser la única chica, también soy la más joven. Pero, por otro lado, tengo que aguantar que si la pequita en el pecho... Toda esa carga sexual. ¿Machismo? Todavía hay que avanzar unos pasos más, pero yo creo que en la sociedad española está casi superado. En mi trabajo, lo que cuenta es hacer algo artístico.

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