Entre barcos y sardinas

Son treinta cuadros que reflejan buena parte de lo ocurrido en el mundo -o, mejor dicho, en la percepción del mundo de este artista coruñés- desde el mes de octubre hasta el de enero. La tragedia ecológica del Prestige, el multitudinario clamor antibelicista de miles de personas en todo el mundo... son tan sólo dos de los temas que Nacho Salorio ha reflejado en esta serie de cuadros que ahora pueden verse en la Casa Museo Sierra Pambley de Villablino. El propio artista abrió de manera oficial una exposición que, aunque ya podía verse desde el pasado día 3, estará a disposición de los amantes del arte de la comarca lacianiega hasta el próximo 16 de marzo. Nacho Salorio emplea técnicas diferentes para esta serie de obras que ha elaborado, además, de forma exclusiva para la exposición lacianiega. Él mismo nos detalla en qué radica su novedad: «Empleo acrílicos, pigmentos, y también arenas de la playa, técnicas mixtas». Arenas y procedimientos que dicen mucho en favor de su nacimiento y del espíritu galaico y marinero que lleva muy adentro, pese a que ha pasado más de treinta años en Madrid antes de su regreso definitivo al puerto de Sada, donde ahora reside tranquilamente alejado del mundanal ruido. El mar y su luminosidad empapan, pues, buena parte de sus producciones. Diario Como se ha dicho, las obras fueron creadas de octubre a enero, y por tanto, son, como expresa Salorio, «una especie de diario. Hay referencias al Prestige, al No a la guerra, pero también hay juego estético» y, aparte de los acontecimientos que han sucedido en el mundo, también ha reflejado «cuanto ha pasado por mi interior». Salorio conoce bien la comarca de Laciana, ya que suele pasar algunos días de verano en una casa de la localidad de Sosas, por lo que su contacto y relación con esta tierra y quienes la habitan es cercano y estrecho. El artista coruñés dice de la Casa Museo Sierra Pambley que es un «lugar magnífico» y, de hecho, nada más conocer este espacio, se propuso exponer en él, iniciando unas gestiones que rápidamente darían fruto. En esta muestra «hay cuadros tristes» -nos comenta-, pero en general lo que predomina es «el color, mucho color, muy vivo». El arte de Nacho Salorio, lo dice él mismo, «es inconfundible», ya que aúna «lo figurativo» y «lo simbólico», pero sobre todo, «es inmediato»; por lo que, cree, conectará fácilmente con el visitante. Es, sobre todo, «una obra sincera»; resume.