Aparece un Rembrandt oculto tras un cuadro de un discípulo
Un autorretrato de Rembrandt valorado en siete millones de euros se ha descubierto tras permanecer oculto durante 350 años entre las capas de pintura de un cuadro atribuido a un discípulo suyo, confirmó ayer la galería londinense Sotheby''s. El lienzo, un retrato austero que muestra al artista con una gorra y un bigote discreto, fue pintado por el genio flamenco en 1634, pero el propio Rembrandt van Rijn (1606-1669) decidió poco después que un alumno de su estudio lo retocase para hacerlo más «vendible». Y al aprendiz, cuyo nombre es un misterio, no se le ocurrió otra cosa que transformar al joven maestro -sólo tenía 28 años- en un elegante aristócrata ruso de cabello largo y vistoso bigote, ataviado con un sombrero rojo de copa alta y unos pendientes. Después de esa labor de «maquillaje», la obra se consideró durante más de tres siglos un mero retrato de un noble desconocido cuya autoría se otorgó a un artista holandés modesto y anónimo, para acabar perdiéndose sin ningún interés. Hasta que el lienzo fue adquirido en los años 60 por un coleccionista de Francia que, tras una profunda restauración, empezó a sospechar de la obra y se puso en contacto con varios expertos, pero nadie daba crédito a sus conjeturas. Y hubo que esperar hasta 1999 para que los especialistas de Sotheby''s, a petición de los descendientes del comprador francés, confirmaran la autoría del lienzo, uno de los tres únicos Rembrandt conocidos que se encuentran en manos privadas. «Lo que nos impactó a todos fue la calidad de la pintura de la parte inferior de la cara del modelo», comentó George Gordon, experto de Sotheby''s en «maestros antiguos».