Mario Gas protagoniza «Fausto», un concierto escenificado que se presenta en horario matinal en el Teatro Emperador
Música para el diablo más cruel
Mil veces citado, plagiado y tomado como fuente de inspiración, el mito del doctor que vendió su alma al diablo preside una propuesta escénica que hoy, a las 13.00 horas, tomará el escenario del Emperador (las entradas tienen un precio único de seis euros). Fausto, basado en un guión de Luis Gago y con dirección escénica de Elisa Crehuet y José Antonio Gutiérrez, es una interesante reflexión sobre el Mefistófeles ideado por Goethe en la que el actor Mario Gas ejerce de hilo conductor de un espectáculo en el que se mezclan elementos teatrales y musicales, que cuenta con una magnífica banda sonora integrada por obras de Schumann, Berlioz, Schubert, Mussorgsky, Gounod, Boito y Verdi. Una cuidada selección de referencias al personaje, en forma de lied, arias de ópera, canción burlesca, duos y tríos, que cuenta con la participación (dependiendo de la actuación) de un elenco artístico formado por las sopranos Beatriz Díaz, Adela López y Laura Alonso; los tenores José Alberto García y Francisco Sánchez; y los barítonos Claudio Ezio Malgesini y Eliel Carvalho, que actúan acompañados de la Orquesta de Cámara Slovack Sinfonieta. El actor y director teatral Mario Gas, al que ocasionalmente sustituye la actriz Vicky Peña (que hace unos días estuvo en Ponferrada con el mismo montaje), es el encargado de leer los textos que nos acercan la figura del diablo más alejado de la iconografía tradicional. Nada de bigotitos perversos y cuernos amenazadores, el mito de Satanás propuesto por Goethe, y porteriormente por Pessoa, es el más inteligente, perverso e hipócrita de todos los interpretados, una circunstancia que lo hace más el interesante y temible. Un certero símbolo de oscuridad y muerte que toma cuerpo y forma en seres dolorosamente familiares y reconocibles, generalmente en contacto con el poder. Símbolo imprescindible de nuestra cultura, la historia que nos muestra el pacto entre un doctor en plena crisis y Mefistófeles mantiene su impactante vigencia y universalidad gracias a un poético sentido filosófico que nos muestra el camino del mal. Recuperar la juventud y conseguir el amor de Margarita fueron las razones que llevaron a un hombre, tras una vida consagrada a la ciencia, a rubricar un inmortal acuerdo para el que no existe el arrepentimiento. En el concierto escenificado que hoy llega a León veremos al mismísimo diablo interpretando La canción de la pulga, de Mussorgsky, diversas piezas de Gounod y Boito, como el Ave Signor! o Giunto sul passo estremo, al tiempo que participa en un aria de Berlioz e interviene en dúos y tríos.