Los premios cumplen su 75 aniversario realzados por el brillo de las joyas generalmente prestadas de las estrellas
Oscar con diamantes
Los Oscar celebran este año su 75 aniversario, unas bodas de diamante realzadas más que nunca por el brillo de estas piedras preciosas, generalmente prestadas. Hasta el cartel anunciador de esta velada que tendrá lugar el próximo 23 de marzo integra en la estatuilla el reflejo de uno de estos «mejores amigos de la mujer», como cantaba Marilyn Monroe. «¿Dónde va a vestir una chica una tiara de diamantes mejor que en los Oscar?», aseguró hace unos años la actriz mexicana Salma Hayek, con la cabeza alta coronada como una reina mientras subrayaba la importancia de las piedras preciosas en esta ceremonia. Como candidata al Oscar a mejor actriz, Hayek volverá a tener la oportunidad de ir adornada con diamantes de pies a cabeza a su paso por la alfombra roja que la conduzca al teatro Kodak de Los Angeles. No será la única en un año donde se espera un cegador brillo de diamantes y donde las piezas más cotizadas, según los joyeros más frecuentados por las estrellas, serán las tiaras o diademas, los pendientes estilo chandelier y las piedras preciosas de diferentes tonos. «Será un año con mucho colorido», ha reconocido a la prensa una portavoz de la casa Harry Winston. Ellos fueron los que en 1944 empezaron la moda de darle un brillo prestado a esta ceremonia, poniendo al alcance de estrellas como Jennifer Jones algunos diamantes que enmarcaran su candidatura como mejor actriz. Sin embargo, en aquel entonces era más normal lucir piezas propias, como presumía Joan Crawford, una gran coleccionista de joyas que nunca lució la misma en dos ceremonias. Incluso otra coleccionista de diamantes como Elizabeth Taylor, que se saltó la norma con el «piedrón» de 69 quilates que recibió prestado en 1969, acabó poseyendo esta gema un año más tarde, regalo de su entonces esposo Richard Burton y valorado en más de un millón de euros.