Amilivia y su equipo visitarán la muralla de la Rúa

El alcalde de León, Mario Amilivia, y el resto del equipo de gobierno, visitarán esta semana un tramo de la muralla romana en la calle de la Rúa. Así lo decidieron ayer en el transcurso de la reunión de la Comisión de Urbanismo, en la que se abordó el plan para hacer visitable una muralla que ha permanecido oculta durante siglos en esta vía, atravesada por el Camino de Santiago, donde el derribo de una vieja casona dejó al descubierto un cubo y un arco de acceso al palacio del Conde Luna -situado a espaldas de la Rúa-. En las dos últimas semanas Amilivia ha barajado varias hipótesis para recuperar y «despejar» parte de la fortificación romana en la calle de la Rúa. El alcalde llegó incluso a negociar con el constructor Luis González la posible compra del citado solar, situado en los números 13 y 15 de la Rúa; pero, según algunas fuentes, el precio era «desorbitado» para unas maltrechas arcas municipales -aún cuando la moneda de cambio fuera suelo municipal-. Las denuncias del concejal de Patrimonio, Alejandro Valderas (UPL), sobre el estado de conservación de la muralla, propiedad del Ministerio de Economía, a quien quería dirigir un escrito de requerimiento para el arreglo de este Monumento Histórico, se han solapado con el repentino interés de Amilivia por hacer visitable un tramo de la fortificación que discurre por la Rúa. El equipo de gobierno municipal pretende ahora habilitar un corredor, a lo largo de los patios traseros de los números 11, 13, 15, 17 y 19 de la mencionada calle, comprando un derecho de acceso a los propietarios de estos inmuebles. En el número 11 existe además una puerta del XVI -actualmente cegada- que atraviesa la muralla. Al corredor se accederá por el palacio del Conde Luna, que en los próximos meses será rehabilitado como sede del Museo de la Semana Santa. Curiosamente, el solar ahora en obras, cuya fachada permanece atirantada y que cobija un cubo de la muralla, puede desatar un auténtico «cisma» el próximo mes, porque la obra ha provocado el «estrechamiento» de la calle, lo que previsiblemente impedirá a la mayoría de las cofradías procesionar por la Rúa.