Cerrar

OPINIÓN Verónica Viñas

Bombas con diamantes

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

¿Dónde va a poder lucir una chica una tiara de diamantes mejor que en la gala de los Oscar? La frase es de Jennifer López, pero la mayoría de las estrellas de Hollywood acudirán el domingo al teatro Kodak de Los Ángeles como si la guerra no fuera con ellos. Tal vez, al mismo tiempo que las despampanantes divas pisan la alfombra roja, al otro lado del océano, en un extenso país del que apenas sabemos que posee la mayor reserva mundial de petróleo, cientos de mujeres y niños interpreten el papel de víctimas, sin opciones a más premios que el de seguir con vida. Los actores y actrices nominados en una ceremonia que cumple sus bodas de diamante, evidentemente, no son responsables ni de la demencia de su presidente ni de la presunta hostilidad de Sadam Huseín, pero no deja de resultar anacrónico. EE.UU. estará pendiente del glamour de sus estrellas e Irak mirará al cielo, expectante. La poderosa industria del cine, que paseará, como en un desfile canino, a sus mejores ejemplares, ha vetado todas aquellas películas «desagradables», por temor a herir la sensibilidad de unos norteamericanos a los que no dejan pensar por sí mismos. Desde los trágicos sucesos del 11-S, las televisiones no pueden pasar ningún filme en el que aparezcan las derribadas Torres Gemelas. ¿Y los iraquíes? Llevan décadas en guerra, primero con Irán, después contra los llamados países de la alianza... Ignoro si la controlada televisión de Bagdad retransmitirá imágenes de la ceremonia de los Oscar; pero, de ser así, ¿qué pueden pensar unos ciudadanos que cada día se enfrentan a la dura batalla de sobrevivir, con los alimentos y las medicinas racionados? Nosotros, los españoles, también estamos en guerra, por el empecinamiento del presidente Aznar -quien, según se rumorea, podría obtener de su apoyo a EE.UU. un importante cargo en una destacada institucional internacional-. La televisión nos ofrecerá, a la carta, imágenes de la guerra y de la ceremonia de los Oscar. Sirvánse ustedes mismos...