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Las Juventudes Musicales ofrecen hoy en el Auditorio la ópera «Brundibár»

Donde mueren las palabras

Publicado por
Miguel Ángel Nepomuceno - LEÓN.
León

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La ópera infantil Brundibár subirá esta tarde, a partir de las 19.30 horas, al escenario del Auditorio Ciudad de León. El proyecto es una colaboración entre la Orquesta Juventudes Musicales-Universidad de León y la Escuela Municipal de Música, Danza y Artes Escénicas del Ayuntamiento leonés. El Coro Municipal Ciudad de León que dirige David de la Calle (y compuesto por 40 niñas y niños de entre ocho y catorce años); componentes del Coro Ángel Barja dirigido por Aitor Olivares (que hacen parte de los papeles protagonistas) y la Orquesta Juventudes Musicales-Universidad de León, que dirige Juan Luis García, serán quienes suban al escenario del Auditorio este montaje, cuya coreografía e iluminación está a cargo de Margarita Rodríguez, coordinadora de Teatro de la Escuela Municipal de Música, Danza y Artes Escénicas de León. La primera de estas representaciones fue el pasado martes día 11 de marzo a las 12.00 horas, y estuvo dedicada a escolares, con entrada gratuita, en colaboración con la Dirección Provincial de Educación de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León. La de hoy miércoles se representará en uno de los conciertos «en familia» que organiza el Auditorio Ciudad de León, con precios populares. Brundibár fue con diferencia el mayor éxito de público de todos los actos culturales desarrollados en el gueto de Theresienstadt. Desde hace algunos años, Brundibár es representado de nuevo con gran éxito. Pero la intención de recordar a los niños asesinados y a las otras víctimas del citado gueto sólo puede ser buena si no causa la impresión de que la vida de los prisioneros se limitaba a su papel en la ópera Brundibár. Por otro lado, precisamente esta situación excepcional significó para muchos prisioneros -en aquel entonces- una rara ocasión de escapar por poco tiempo a la triste realidad del gueto y para recobrar la fuerza y la confianza necesaria para preservar la propia personalidad.

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