ELENA DE SANTIAGO, PREMIO CASTILLA Y LEÓN DE LAS LETRAS
Contadora de historias
La «dilatada y fecunda» trayectoria de Santiago en los campos de la narración y la poesía esgrimió un jurado que integraron las catedráticas de Literatura Pilar Celma (Universidad de Valladolid) y Ana Álvarez (Universidad de Salamanca) y Jesús Sánchez Lambás, secretario general de la Fundación Ortega y Gasset. El acta, aprobada de forma unánime, destacó asimismo la proyección de una «sensibilidad castellana y leonesa» a través de un estilo caracterizado «por la exquisita pulcritud y naturalidad del lenguaje», así como el hecho de que su obra «se ha constituido en un referente para el aprendizaje de nuestro idioma y cultura en el extranjero». Una veintena de distinciones jalonan la creación de Elena Santiago, en la que destaca No estás (2001), un poemario dedicado a su madre fallecida; Ácidos días (1980), galardonada con el Premio Novelas y Cuentos; Gente oscura (1981); Manuela y el Mundo (1985); Alguien sube (1985) y Veva (1988). Es también autora de narraciones breves como Breve relato con lluvia y otros cuentos (1986) y de Asomada al invierno (2001), su última obra hasta la próxima publicación de La muerte y las cerezas, ya concluida, donde relata las contrariedades de un hombre con las numerosas mujeres de las que esperaba un amor correspondido. Los distinguidos de 2002 hasta ahora son el director de la Real Academia de la Lengua, Víctor García de la Concha (Ciencias Sociales y Humanidades); y el catedrático de Bioquímica de la Universidad de Valladolid, Juan Tomás Girbés (Investigación Científica y Técnica).