Los ciudadanos, los nuevos mecenas del Patrimonio

Surgieron para hacer frente a la apatía de las instituciones. Ciudadanos anónimos convertidos, por la fuerza de los acontecimientos, en nuevos «mecenas». Al menos tres asociaciones, Promonumenta, Salvemos la Catedral y Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio de la Ciudad de León, luchan por preservar un rico legado que, sin su intervención, habría corrido un penoso destino. Hace once años nacía Salvemos la Catedral. La campaña superó el reto planteado al alcanzar los 20 millones de pesetas (120.202 euros actuales). Era la primera vez que en León se hacía algo parecido. La iniciativa consiguió demostrar que la Catedral no requiere ingentes cantidades de dinero para seguir en pie, sino, sencillamente, un presupuesto anual razonable para acometer las continuas obras que exige el mantenimiento de un edificio del siglo XIII. En los últimos seis años la Catedral ha podido restaurar algunas de sus piezas más emblemáticas, como un Cristo de Juan de Juni o varias tablas de Nicolás Francés, con los beneficios obtenidos en el certamen de pintura rápida. En la última edición se batió un récord de participantes -un total de 187 artistas-. Las obras de algunos de ellos, aparte de ser premiadas, fueron subastadas y sus beneficios destinados a la campaña Salvemos la Catedral. Mientras tanto, la Junta -con plenas competencias en Patrimonio- lleva más de tres años sin invertir ni un solo euro en el primer monumento leonés. La falta de subvenciones provocó el cierre del Taller de Vidrieras y el tiempo y el abandono han provocado estragos en el tejado de la Catedral. La asociación Promonumenta está dispuesta a actuar. Hace unos días algunos miembros de la asociación recorrían los aleros del templo gótico, impactados por las imágenes publicadas en este periódico, en las que se evidenciaba el lamentable estado de conservación de la techumbre. Promonumenta ha acudido al Procurador del Común y llegará a los tribunales si la Administración no pone remedio. Mucho entusiasmo, poco dinero El 4 de junio de 1992 nacía Promonumenta con más ilusiones que apoyos. Desde entonces, han pasado de cuarenta socios a 500; y en su haber, un largo historial de intervenciones. Promonumenta comenzaba su andadura limpiando el monasterio de Sandoval, un edificio del siglo XII sobre el que se había cernido el olvido y la maleza. Aparte de contar entre sus miembros con expertos en arquitectura y arqueología, actúan siguiendo un plan de trabajo y previa autorización de la Consejería de Cultura y de los eventuales propietarios. Con seguridad, el monasterio de Sandoval hoy sería sólo una imagen de archivo o un montón de escombros sin su oportuna intervención. Sacrificando los domingos y algunos veranos, el trabajo de los socios de Promonumenta ha sido providencial en las ruinas de los monasterios benedictinos de San Pedro de Montes de Valdueza y en Santa Olaja de Eslonza, en el entorno de las murallas medievales de Mansilla de las Mulas, en el Puente de Cobrana (Congosto), en el palacio de Grajal de Campos, en el castillo de Alija del Infantado, en la plaza romana de Astorga y sus termas... La lista es larguísima. Sin su tesón, decenas de canales romanos de La Cabrera habrían permanecido inétidos. Una nueva voz Hace apenas unos días surgía una nueva voz ciudadana en defensa del Patrimonio. El derribo de una casa en la plaza del Grano fue el detonante. Apenas son más que un puñado de diez vecinos del casco antiguo, pero ya se han hecho oír. Han denunciado, mediante escritos enviados a la prensa, las pretensiones del alcalde de derribar la fachada de los números 13 y 15 de la Rúa, inicialmente para dejar visible un cubo y parte de la muralla romana y, posteriormente, con el fin de despejar la calle a las cofradías de Semana Santa. Ángeles Murciego preside esta nueva asociación, denominada Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio de la Ciudad de León, que en los próximos días hará su presentación pública y que, circunstancialmente, utiliza de «prestado» la web de las ciudades patrimonio de humanidad de Castilla y León. Al margen de siglas e ideologías, defienden que el Patrimonio es universal; de ahí que persigan federarse con otras ciudades que padecen, como el Patrimonio de León, idéntico olvido y, en ocasiones, la «agresión» de las propias administraciones. Conscientes de sus limitaciones, al menos numéricas, van a centrarse en la denuncia; las actuaciones, vendrán después. Quieren hacer propuestas a todos los partidos antes de las elecciones. Entre sus primeros objetivos: cambiar la composición de la Comisión Territorial de Patrimonio, para que sea un órgano independiente e integrado por expertos. El Pleno del Ayuntamiento no lograba ayer aunar a los tres partidos con representación municipal (PP, PSOE y UPL) en torno a la creación de una fundación en defensa del Patrimonio, a pesar de que todos ellos incluyen esta idea en sus respectivos programas electorales. Los ciudadanos se les han adelantado...