Juan Mora y Morante, sin suerte con los novillos

Juan Mora abrió cartel en el festival celebrado ayer en sustitución de Roberto Domínguez, lesionado el día anterior. El torero de Plasencia no tuvo suerte con el novillo que le correspondió en el sorteo, si bien es verdad que el picador puso de su parte para el despropósito con un puyazo largo y delantero que acabó con el animal en el suelo. Había recibido saliéndose con su característico estilo capotero, pero la faena fue después un toma y daca con un novillo mirón y probón, que se metía a la salida de algunos pases y encima resultaba deslucido por la poca emoción que transmitía su caminar renqueante. No se confió el diestro a la hora de matar y, como el público no estaba aún metido en el festejo, fue el único que no paseó trofeo. Morante de la Puebla no se acopló con su enemigo, aunque dejó algunos pases sueltos de verdadero sabor, sobre todo por la izquierda. El novillo salió corretón, y seguía la muleta con velocidad. Intentó acoplarse el sevillano por la derecha, pero el trasteo resultó en general acelerado. Por naturales hubo más regusto y pases largos y de mano baja, aunque sin acabar de compenetrarse nunca toro y torero en la embestida. También tuvieron pellizco algunos ayudados con los que dio por concluida una faena que terminó de estocada algo desprendida de efecto rápido. Paseó una oreja concedida por un público generoso, propio del festival. En último lugar actuó el novillero Santiago Ambel Posada, nieto de Juan Posada, crítico y matador de toros. Ambel, arropado por los responsables de la Escuela Taurina de Badajoz, mostró aún falta de recursos. Quizá esta carencia quedó más en evidencia por la enorme movilidad de su enemigo, que no siempre le permitió colocarse. Pero es mucha la carrera que le queda a este jovencísimo torero, de tan solo 18 años, que aún esperará unos meses para debutar con caballos. Eso sí, en el reinante ambiente festivo no se quedó sin su oreja.