Defensores de la obra surrealista se manifiestan en París ante la sala de pujas al grito de «vuestro dinero apesta»
Polémica subasta de Breton
Dos visitantes contemplan algunas obras antes de la subasta
La venta en pública subasta del legado artístico de Andre Breton (1896-1966) comenzó ayer en París en medio de una fuerte polémica. Detractores de lo que consideran «un sacrificio de la belleza surrealista en el altar de la especulación» se manifestaron ante los locales de Drouot, donde se adjudicarán al mejor postor durante dos semanas 4.100 lotes tasados en 30 millones de euros. Los contestatarios repartieron billetes falsos con la efigie de Breton y el lema: «Vuestro dinero apesta el cadáver del poeta». La colección Breton fue reunida por el papá del surrealismo, desde 1922 hasta su muerte en 1966, en su pequeño piso de la calle Fontaine, en el barrio parisiense de Pigalle. Su hija, Aube, y su nieta, Oona, decidieron vender este patrimonio ante la imposibilidad de conservarlo íntegro y las infructuosas gestiones durante 30 años para crear una fundación. El anuncio de la venta soliviantó a un sector de intelectuales y artistas. Un manifiesto de protesta, lanzado por Internet, pronto recogió 3.200 firmas. «Sería hacerle morir una segunda vez ver este tesoro de vida poética dilapidado, dispersado y encerrado en habitaciones con caja fuerte», protestaron Jacques Derrida, François Bon y Michel Butor, entre otros signatarios. El dramaturgo Fernando Arrabal se sumó al coro censor al denunciar «un ultraje para la cultura y un desafío al sentido común». Lo más surrealista es que muchas voces han exigido la conversión en museo del piso de la calle Fontaine: 80 metros cuadrados en la tercera planta de una casa de vecinos. «Mi padre estaba opuesto a todo lo que es institucional. No creo que hubiese querido un museo a su nombre», dijo su hija. El ministro de Cultura alega que el Estado ha puesto al abrigo de las colecciones públicas las obras más notables.