El Congreso sobre la Catedral pide un Centro de Estudios Góticos en León

Los organizadores del Congreso Internacional sobre la Catedral de León no quisieron ayer cerrar cinco días de intensos debates y ponencias sin hacer una llamada de atención a las autoridades, ante el peligro que se cierne sobre el templo. Exigiron una intervención en la zona norte -la que corre más peligro-, así como un aumento en las aportaciones destinadas a la restauración de las vidrieras. Además, varios ponentes, como Manuel Valdés y Máximo Gómez Rascón, se han comprometido a negociar con las instituciones públicas la creación, con carácter permanente, de un Centro de Estudios Góticos en León. Joaquín Yarza, presidente del Congreso y encargado de la ponencia de clausura, aseguró sentirse muy satisfecho tanto por la elevada participación como por la formulación de numerosas tesis inéditas, de forma que habrá «un antes y un después». Ciertamente, el Congreso ha puesto en entredicho muchas teorías sostenidas durante siglos, como la propia fecha de construcción de la seo leonesa, que la doctora María Victoria Herráez adelanta en veinte años, en el 1230, de forma que sería contemporánea y no «sucesora» de las góticas francesas. Asimismo, el arqueólogo municipal, Victorino García Marcos, soprendía a los asistentes descubriendo las verdaderas dimensiones y estancias de las termas romanas situadas bajo los cimientos de la Catedral, donde, con toda probabilidad, habría también una basílica thermarun o palestra cubierta, destinada a ejercicios gimnásticos. El catedrático Vicente García Lobo presentaba las conclusiones de cinco años de trabajo en torno al centenar de inscripciones medievales dispersas por toda la seo, que, en su opinión, tenían una clara finalidad publicitaria. Ayer mismo, el profesor Yarza ofrecía una nueva visión sobre la «desconocida» figura de Nicolás Francés, el artífice de las pinturas murales del claustro, de las tablas del primitivo retablo mayor y de otras pinturas del templo catedralício y de miniaturas. Igualmente, despejó muchas lagunas sobre los artistas que le sucedieron a su muerte, en 1468. Poco dinero para las vidrieras Víctor Nieto Alcaide, considerado el mayor experto en vidrieras y presidente del Corpus Vitrearum -un organismo internacional dedicado a la conservación de vidrieras-, explicó tanto las técnicas empleadas en la realización de los vitrales de la Catedral como su singular iconografía. Nieto Alcaide, tras concluir su ponencia, afirmó que en la actualidad las vidrieras tienen un problema de conservación, pero aún es más grave la falta de continuidad en las labores de restauración, como ha ocurrido en los dos últimos años, tras el cierre del Taller de Vidrieras que dirige el maestro Luis García Zurdo. El miércoles, el Cabildo, la Junta y la Fundación Patrimonio Histórico firmaban un convenio para la reapertura de este taller, al que destinarán 322.250 euros. Una cantidad «insuficiente» y que llega «tarde», en opinión de Nieto Alcaide, quien se mostró partidario de llevar a cabo una prospección de las vidrieras, así como una restauración preventiva, para averiguar la «solidad» de cada panel y evitar desprendimientos. Nieto Alcaide, que calificó de «desastre» el cierre del Taller de Vidrieras, aseguró que es único en España, ya que cuenta con un equipo muy preparado y, lo que es más importante, con experiencia. Ya el arquitecto Juan Lázaro, autor de la magna restauración emprendida hace cien años, aconsejaba la creación de un taller de vidrieras en León, como recordó Nieto Alcaide, quien aseguró que los vitrales han sufrido más a partir de 1950, debido a la contaminación, que desde el siglo XIII hasta esa fecha. «Las vidrieras están en mal estado, aunque no alarmante. Sería alarmante si no se frena su deterioro», agregó.