«Un hombre afortunado»

Michael J. Fox ha querido contar en un libro de memorias su relación con el Parkinson, una enfermedad que le envió su primer mensaje en 1990 y que hoy ha asumido valientemente, de ahí que haya elegido titular su relato, que ahora se publica en España como Memorias de un hombre afortunado. Editado por Maeva, el libro arranca con una fecha, noviembre de 1990, un lugar, Florida y un título El despertar que no es otra cosa que el primer mensaje que le envió el Parkinson a Michael J. Fox. «Desperté y me encontré el mensaje en la mano izquierda. Me dejó temblando. No era un fax, ni un telegrama, ni un memorándum, ni la clase habitual de misiva que puede traernos malas noticias. De hecho no había nada en mi mano. Su temblor era el mensaje», cuenta el actor en el libro. A edad muy temprana Michael J. Fox tenía entonces 28 años, una edad muy temprana para una enfermedad que, normalmente, se manifiesta a partir de los cincuenta o los sesenta años. Así que su primer impulso fue atribuir el temblor a la resaca. «Seguiría un año de preguntas y falsas respuestas con las que me conformaría por un tiempo», confiesa Michael para quien el autoengaño concluyó cuando el médico le informó de que sufría un transtorno neurológico degenerativo, progresivo e incurable. Aquel médico también le dijo que podría seguir actuando otros diez buenos años. «Pero lo que no me dijo -lo que nadie podía decirme- es que estos últimos diez años haciendo las paces con mi transtorno iban a convertirse en los diez mejores años de mi vida -y no a pesar de mi enfermedad, sino a consecuencia de ella», confiesa un actor que se había convertido en una de las estrellas más rutilantes de la televisión con la serie Enredos de familia y un destacado astro de la pantalla con la trilogía de Regreso al futuro.