León envía la Virgen de la Piedad a Las Edades

La Virgen de la Piedad de la cofradía de Minerva y Veracruz es la única talla procesional de León que podrá contemplarse en la nueva edición de Las Edades, que se inaugurará en la catedral de Segovia el 8 de mayo y reunirá 22 pasos procesionales. La Virgen de la Piedad, recientemente restaurada en Simancas, junto a una tabla de Gaspar de Palencia, de 1578, que se guarda en la Catedral de Astorga y una custodia del siglo XVI, perteneciente al Museo de los Caminos, constitutyen la aportación de León a la exposición El Árbol de la Vida, basada en la pasión y resurrección de Cristo. Las naves y capillas de la catedral segoviana, de estilo gótico, renacentista y barroco, albergarán hasta noviembre 304 obras de artistas como Juan de Juni, Gregorio Fernández, Pedro y Alonso Berruguete, El Greco y Diego de Siloé. El pasado mes de octubre el paso titular de Minerva regresava a la iglesia de San Martín tras permanecer ocho meses en el Centro de Restauración de Simancas. La Virgen de la Piedad, una obra de 1750 de Luis Salvador Carmona, procesionada por Minerva y Veracruz en en el desfile del Pregón y el Viernes Santo -los años impares- en la procesión del Entierro, ha sufrido numerosos avatares a lo largo de su historia. El más grave, en 1948, cuando fue pasto de las llamas, debido a un cortocircuito eléctrico localizado en su altar de la iglesia de San Martín. La imagen quedó «casi destruida, quemada y carbonizada», como escribió Ulipiano Vigil Escalera. Los restos de la talla son enviados a los talleres del Patrimonio Artístico Nacional, donde se hace cargo de ellos el escultor y restaurador Antonio Cruz Collado. El 12 de marzo de 1949 la imagen regresa a León en un vagón de tren totalmente restaurada. El 25 de noviembre del 2000 se conmemoró el 250 aniversario de la Virgen de la Piedad con diferentes ponencias, al tiempo que se organizaba una cuestación popular destinada a adquirir una nueva corona para la Virgen, ya que la que poseía en ese momento se encontraba en un estado lamentable. Los hermanos de Minerva encargaron una corona de plata a unos talleres de ofebrería cordobeses, que luce desde hace dos años.