Pedro Olea hace en su nueva película, «Tiempo de tormenta», un diagnóstico de las rupturas sentimentales
El amor como adicción
El director bilbaíno Pedro Olea abandona en su última película el cine tradicional, bajo el que ha firmado títulos como Más allá del jardín, Morirás en Chafarinas o El maestro de esgrima para atreverse con algo más moderno. El resultado es Tiempo de tormenta, un melodrama moderno sobre la adicción amorosa y la dureza de las rupturas sentimentales, que protagonizan Jorge Sanz, Maribel Verdú, María Barranco y Darío Grandinetti, y que mañana, además de inaugurará el VI Festival de Málaga, llega a los cines. «Después de Más allá del jardín, Andrés Vicente Gómez -productor de la cinta- y yo teníamos ganas de volver a trabajar juntos. Lo intentamos con la adaptación de Los cuadernos de Don Rigoberto, de Vargas Llosa, pero no pudo ser, hasta que me dio un relato de Alicia Giménez Bartlett», explicó ayer Olea sobre el nacimiento del proyecto que ahora ve la luz y en el que quería hablar «de la adicción al amor y la dureza de las rupturas sentimentales». Y es que su intención es «analizar el amor como adicción» y rendir homenaje al mito de Peter Pan. «La droga más dura es el amor, de las otras adiciones -alcohol o cocaína- uno se puede desenganchar con cierta facilidad», añadió un realizador que ha utilizado «todos los elementos del melodrama actual». «He hecho un melodrama moderno, con ternura y sentido del humor, y cine moderno. Yo siempre he hecho un cine más tradicional, pero no hay que quedarse ahí porque el cine evoluciona. «En esta película de actores, era fundamental que los cuatro protagonistas se sintieran cómodos en personajes incómodos. Y se han puesto en carne viva, como los personajes. Han sido muy generosos», dijo Verdú, Sanz, Barranco y Grandinetti. Olea ya trabajó con varios de ellos y sabía que podía pedirles «llegar al máximo de sus registros».