A la caza de lectores

El nombre no podía ser más idóneo. Artemis es la diosa de la caza y, bajo esos auspicios, hoy inicia su andadura en la calle Villa Benavente una nueva librería, cuyo propósito es «dar caza» a los lectores, tras una larga sangría de establecimientos en el sector. En los últimos años León se ha quedado sin apenas librerías, en una agonía semejante a la que sufren las salas de cine. Pero Artemis es también el nombre de la cadena de librerías más importante de Guatemala, propiedad de unos tíos del leonés Jesús Chica, quien trabajó allí durante seis años y regresó, en principio, con el único propósito de hacer la mili. Chica, empleado durante trece años en la librería Ordoño, que cerró recientemente, decidió seguir en un negocio que conoce a la perfección. Recuerda que en Guatemala, a principios de los ochenta, más de la mitad de la población era analfabeta y, sin embargo, «vendíamos muchos libros». Junto a su antiguo compañero Horacio Bueno y el médico Vicente Morán, han llenado de libros un local que hasta hace no mucho tiempo fue supermercado. A la entrada de la librería hay una gigantesca reproducción de un fresco romano del siglo I de la diosa Artemis -cuyo original se conserva en el Museo Arqueológico de Nápoles-, a modo de símbolo protector. Los tres socios están convencidos de que en León hay un clientela «muy fiel y de calidad» que compra y lee libros. Diáfanas estanterías de madera clara, donde los textos aparecen ordenados por materias, dos plantas llenas de volúmenes -con ese inconfundible olor que despiden los libros nuevos- y una gran mesa redonda para hojear con tranquilidad los textos... Los propietarios de Artemis dan los últimos toques a un establecimiento que hoy abre sus puertas al público -apenas veinticuatro horas después del Día del Libro-, con la pretensión de ser heredero de aquellas antiguas librerías en las que los clientes podían revolver a conciencia las últimas novedades; pero también hay un rincón para charlar o tomar un café en una pequeña máquina. El horario será flexible; de lunes a viernes, de diez de la mañana a dos de la tarde y de cinco a nueve de la noche y abrirá los sábados por la mañana. Horacio, que lleva vendiendo libros desde hace dieciséis años, quiere dedicar un gran espacio a la literatura infantil y juvenil; así como a los textos especializados del ámbito universitario. El que, inicialmente, no parece «encajar» en este establecimiento es Vicente Morán, jefe de la UCI del Hospital de León, para quien los libros son «una válvula de escape», en palabras de su primo Jesús Chico. Los tres se saben de memoria las últimas estadísticas sobre índices de lectura. Las mujeres, más que los hombres; y el sector que más lee está en la franja comprendida entre los 14 y los 25 años -recitan casi al unísono-. No quieren desvelar el nombre, pero se les escapa que es una mujer. Preparan una inauguración oficial para el mes de mayo, en la que contarán con una destacada escritora -aún no está confirmada-.