La pareja está de moda

Pues sí. Esta semana la pareja está de moda, lo mismo las que se hacen que las que se deshacen. Pero sobre todos los faroles que alumbraron la feria del famoseo en la semana que todavía transcurre fríamente, destaca sin lugar a dudas la de nuestra Maribel, la única, la bella de Sevilla, la cantora, la Pantoja. Se separó de Diego y ahora dice digo, aunque la que más dice, dicho sea de paso, es la que se supone ya ex mujer del nuevo novio de Maribel. Una tal Maite Zaldívar sale al paso de unas declaraciones hechas por un cabeza de chorlito, su marido, el alcalde de Marbella, con nombre de culebrón: Julián Felipe Muñoz. El hombre, que se declara mal esposo y mal padre, pero no mal político (habrase visto), llamó por teléfono a Maite, su señora de muchos años, y le dice de sopetón: «Hemos terminado, chorbi. No te metas más en mi vida que ya lo has hecho bastante. Soy un hombre libre y, por tanto, puedo hacer y deshacer lo que me dé la gana». Más claro, agua. Maite, que le ama todavía, dice que Julián Felipe está con otra, llamada Isabel Pantoja Martín, que, mira por donde, es nuestra cantora. Ahí está parte de la historia. La otra nos la contará la propia Maribel cualquier día de estos en una tierna exclusiva. Mientras tanto, la gente se iba a la feria de abril y los que no iban se quedaban sin jamón, sin novio y sin silla a pesar de no haber ido a Sevilla. Como ejemplos, que haberlos haylos, están muchos, pero sólo citaremos algunos, porque como hemos dicho ya desde el principio, las parejas están de moda porque se hacen y se deshacen por igual y casi al mismo tiempo. Es como un milagro. A la del alcalde de Marbella, su señora, Maribel y los taxistas, se añaden las que ya no son de Elsa Anka y su marido de diez años; Patricia Conde y Carlos Moya, el tenista (por eso ella está sale que te sale en la tele y las revistas); Inés Sastre y su novio el noble francés Michel de la Maleine y otra vez, porque son cosas del destino, Norma Duval y José Frade, que tienen un rifirrafe de los que no se entienden. Aunque como me dice Guzmán, «no hagas caso Max, que amores reñidos son los más queridos». Guzmán eres un antiguo. Menos mal que hay gente que se casa, como el reportero y cantante Pablo Carbonell o la nieta de Gorbachov. También hay parejas que se quieren en la playa, un lugar donde es fácil querer a todo el mundo, incluso hasta al alcalde, como la princesa Magdalena y un chico sueco que se llama Jonas, como el de la ballena. Se quieren y broncean en Marbella, el pueblo de Julián Muñoz y de la pasión de la Pantoja. Y aunque no se quieran ni se casen, al menos otras bailan sevillanas con tiopepe vestidas de lunares. Allí estaban desde Terelu a la duquesa de Alba, pasando por Mariugenia, Jezulina y hasta Rappel con un modelo de volantes que es para sacarle cantares. La familia Jurado-Ortega con los niños. Y también estaba Rociíto, que cumplió los 26 bailando con salero bajo la carpa ferial. Y todos ellos felices, porque a la pasión semanasantera le siguió la feria de abril y ahora viene la Virgen de Pentecostés que celebra la fiesta en el Rocío. Más juerga, más tiopepe y más jamón y algún que otro camarón de los de guelva otro día a por más. Luego llega la caló y hay que irse a la playa a descansar que es donde me gustaría estar a mí, dicho sea sin resentimiento ni coraje. Y tras esta declaración, no precisamente de la renta, sino de la vida que es más cara, no queda más que decir que nos queda Eurovisión y ha salido una modelo de las clases de magisterio, según dice la revista que saluda. Y nada, Jose, a mejorarse más que todo va bien. Ca Boli sigue con la barra llena, Sebi repartiendo los mojitos y la primavera ¿de parranda?