Pilar Ortega y Severino Carbajo exponen sus obras sobre esta comarca leonesa en la Casa de las Carnicerías
Salvemos la Cabrera
Concha Casado Lobato tiene declarada una guerra sin cuartel a autoridades, vecinos y destructores en general, de la arquitectura tradicional y el paisaje de la Cabrera. Y ella es, en buena parte, la instigadora de la exposición pictórica que estos días puede verse en la galería de la Casa de las Carnicerías de Caja España, en la plaza de San Martín del Barrio Húmedo leonés. Un matrimonio de pintores, Pilar Ortega y Severino Carbajo, que hace casi treinta años decidieron adoptar como residencia habitual el pueblo cabreirés de Truchillas, ofrecen en esta muestra una impagable colección de imágenes en las que se recogen con enorme fidelidad y gran sensibilidad artística los rincones más característicos de una comarca leonesa que, si alguien no lo impide, camina inexorablemente hacia la destrucción. La intención de los dos artistas es que su trabajo sirva para despertar conciencias y que contribuya a la salvación de esos rincones irrepetibles que están en vías de desaparición. «A mí -comenta Pilar Ortega- me gustaría que toda la belleza que se puede ver en mis dibujos se mantenga, pero lamentablemente algunas de las construcciones que se ven en ellos ya han desaparecido. Es una auténtica pena, pero se está dejando morir algo que tiene un valor incalculable. Me gustaría que mi trabajo fuese una llamada de atención que sirviera para evitar esta tragedia». Pilar Ortega se fija en las pequeñas cosas, en los detalles que dan personalidad a un pueblo. «Sí, lo que más me interesa son los pequeños detalles, las cerraduras, los llamadores, las puertas, las chimeneas, los corredores de madera. Normalmente trabajo solamente en blanco y negro porque pienso que este tratamiento le va muy bien a la arquitectura de La Cabrera». Por su parte, Severino Carbajo ha llenado de color sus lienzos, aunque también es la arquitectura tradicional su protagonista. «Llevamos treinta años viviendo en La Cabrera -dice- y la conocemos muy bien, por eso podemos pintarla fielmente. Pero desgraciadamente de toda esta belleza en unos pocos años quedará muy poco, muchos de los temas que figuran en esta exposición ya han desaparecido. En mis obras incido mucho en la luz de La Cabrera y con ella intento resaltar esta arquitectura peculiar». Concha Casado Lobato asistió emocionada a la inauguración de la muestra en la que pueden admirarse los paisajes que ella ama y defiende desde hace muchos años. -Es una exposición -asegura la investigadora y etnógrafa leonesa- casi única, es muy difícil ver creaciones artísticas de esta categoría. Esperemos que sirva para que las instituciones tomen cartas en el asunto y no permitan que desaparezcan estas muestras únicas de arquitectura popular. Aún existen muchas cosas que hay que conservar a toda costa y para esto nada mejor que conocer su importancia, cosa que puede hacerse a través de esta exposición. Quiero pensar, confío en que esto sea una llamada de atención hacia el pueblo, hacia las autoridades, para que todos valoremos mejor este patrimonio cultural. Las viejas casas tradicionales pueden tener dentro todo el confort del mundo pero, por amor de Dios, que no estropeen su inmenso valor cultural. La Cabrera tiene una belleza muy singular y estamos obligados a conservarla». Casas, pajares, hornos, corredores, pequeños detalles, toda la fuerza que esconde la arquitectura de los pueblos de la comarca leonesa de la Cabrera está presente en una muestra de muy alta calidad pictórica que tiene el valor añadido del testimonio de algo que, por no haber sido valorado en su justa medida, estamos expuestos a perder.