Daños colaterales en el Patrimonio

Grandes manchas de pintura roja cubrían ayer las maquetas de bronce que reproducen la ciudad de León tal y como era en los siglos I, X y XX, realizadas por el artista Juan Carlos Ponga e instaladas hace poco más de un mes en la plaza de San Marcelo. El autor o autores de este atentado dejaron numerosos eslóganes antibelicistas, como un «No a la guerra» o «Daños colaterales = 14.000», pero ninguna firma. Pese a que algunos partidos han utilizado similares consignas durante la campaña, todo apunta a que se trata de una simple «gamberrada». No obstante, el concejal de Urbanismo, Cecilio Vallejo, anunció ayer con cierto enfado que el Ayuntamiento presentaría una denuncia ante la Policía Local para que investigara los hechos. A primeras horas de la mañana empleados municipales procedían a limpiar las maquetas con agua a presión. El autor había tenido la precaución de proteger las miniaturas de la ciudad realizadas a escala con una capa de cera, lo que permitió eliminar las «manchas» con facilidad. Juan Carlos Ponga afirmó que lo ocurrido no le hacía «ninguna gracia». Sin embargo, reconoció que «cuando uno pone algo en la calle sabe que alguien con poca imaginación puede utilizarlo para transmitir ideas o chorradas». No es la primera vez que esculturas y monumentos de la ciudad sirven de soporte a grafitis más o menos reivindicativos. El macero de piedra de la plaza de San Isidoro es una de las esculturas que ha sido objeto de mayor número de pintadas; algunas de ellas, de contenido obsceno.